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- Show. Elisa Carrió le preguntó a Jorge Capitanich si conocía a Martín José Cortés (con quien supuestamente tendría una sociedad), al financista Aldo Ducler y a Raúl Fernández –a los que vinculó con las causas contra Amado Boudou– y preguntó si Fernández “es su socio o su testaferro”. Juliana Di Tullio tomó la palabra: “Más allá de la buena voluntad del jefe de Gabinete, este bloque no va a permitir que se vuelva a repetir. ¡Mucho menos para asistir al show diario de una diputada que pregunta como fiscal de la Nación! Si quiere ser fiscal, ¡que se postule como tal!”. De todas maneras, Capitanich respondió: “Conocí a Ducler, no tengo nada que ocultar porque no ha habido ninguna relación. Puedo responder con absoluta libertad y transparencia”, concluyó el jefe de Gabinete, ante los aplausos del oficialismo.

- Gendarmes. El renovador Darío Giustozzi reclamó más gendarmes en el conurbano bonaerense. El radical tucumano José Cano acusó a Capitanich de “abandonar la frontera” quitando gendarmes “para mandarlos al conurbano”. La puntana Berta Arenas, de Compromiso Federal, acusó al Gobierno de “haber invadido con gendarmería Santa Fe”. El diputado trotskista Nicolás Del Caño le pregunto al ministro por la presencia de un coronel retirado “infiltrado” entre los gendarmes que intervinieron en el conflicto de la autopartistas Lear, que denunció Página/12. “No conozco el caso. Me voy a informar para responderle”, se excusó el ministro sobre este último caso.

- Audiencias y promesas. Capitanich citó para el martes al delasotista cordobés Juan Schiaretti, que preguntó por la demora del aval del Gobierno a un préstamo internacional para la construcción de un gasoducto. También citó al moyanista Omar Plaini, para darle información sobre las obras de un plan de viviendas en Buenos Aires. A Claudio Lozano le prometió enviarle en pocos días los datos sobre “bajo qué contrato y con qué fondos” se le pagaron 650 millones de dólares al Club de París en junio.

- Privilegio. El radical formoseño Ricardo Buryaile pidió “una cuestión de privilegio” para insistir en que Capitanich “le pidiera disculpas a la oposición” por vincularla con los fondos buitre. Tras el reclamo y siguiendo el reglamento, la santiagueña Norma Addala de Matarazzo –que presidía la sesión– envió el reclamo a la Comisión de Asuntos Constitucionales.