Los operadores de Alicia Pierini en la Legislatura confían en obtener los dos tercios de los votos por dos vías. La primera, evitar cualquier escándalo público alrededor de su candidata. La segunda, basar el freno a los escándalos en una negociación que reparta puestos o prometa repartirlos.
Uno de los operadores es Santiago Manuel de Estrada, ex funcionario de la dictadura militar y del menemismo en seguridad social.
Quien salga elegido/a ombudsman necesita dos tercios de los votos: 41 sufragios sobre los 60 legisladores del cuerpo. El legislador macrista del Partido Demócrata Atilio Domingo Alimena apoyaría a Pierini si a su vez recibe la promesa de ser defensor adjunto. Alimena representa seis votos.
Toma agrega para el tejido político a César Torre, un ex legislador que acaba de presentarse como postulante a ombudsman. Torre está vinculado a Cristian Ritondo, uno de los principales punteros del viejo peronismo porteño y flamante diputado electo. Como Pierini, reconoce el padrinazgo del ex ministro del Interior Carlos Corach.
Otro a quien están tentando los operadores de Pierini es Gustavo Lesbegueris, actual adjunto.
Los defensores adjuntos son actualmente cuatro: Lesbegueris, Diana Maffía (cercana al ARI), Antonio Brailovsky (ligado a Gustavo Beliz) y Alejandro Nató (peronista).
Los menemistas buscan cambiar votos de bloques por promesas de adjuntía, lo cual se convertiría en un toma y daca aún mayor si la Legislatura llegase a un acuerdo por el cual aumenta la cantidad de adjuntos de cuatro a una cifra mayor.
Otra pieza tentada es Claudia Serio, candidata del radical Cristian Caram después de la renuncia a la postulación de su compañera Marcela Larrosa, hija del puntero radical de Lugano de nombre Norberto y apodo “El Beto”.
El tinglado del peronismo porteño busca completarse seduciendo a Roque Bellomo, del Frente Grande; Raúl Sánchez, del socialismo; y Eduardo Peduto, del ARI.