Al paso que marchan, los planteos de Eduardo Moliné O’Connor ante la Corte Suprema posiblemente queden en la nada si, como suponen en el tribunal, el Senado lo destituye el 3 de diciembre. Los ministros analizaron ayer un dictamen del procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, que sugiere rechazar el recurso de queja en que Moliné planteó la recusación de la senadora Cristina Fernández de Kirchner por considerarlo improcedente al no haber sentencia definitiva. El texto también dice que un tribunal de conjueces integrado por camaristas federales es el que debe intervenir en los planteos del supremo tenista y no uno conformado por conjueces abogados, como pidieron algunos diputados. Los jueces de la Corte están de acuerdo, pero aún no firmaron ninguna resolución. Becerra también sugirió que se debata la posibilidad de que Eugenio Zaffaroni integre el tribunal con los conjueces, ya que se integró a la Corte con posterioridad a la excusación de sus nuevos colegas. Pero, al parecer, el recién llegado también está dispuesto a apartarse. Así las cosas, con el tiempo que puede pasar hasta que se constituya un tribunal transitorio que, además, debe estudiar los reclamos de Moliné, el Senado podría decidir su suerte antes.