- Barbas: El pase a la oposición actúa a veces de forma misteriosa. Por ejemplo, en lo que hace a la estética de algunos dirigentes, que ayer lucieron un tupido e inédito vello facial. Los más notorios exponentes de esta moda “hipster”, en las primeras filas de asientos del quincho de Matheu, fueron el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el diputado Carlos Kunkel.

- Traiciones: Los que llegaban a Matheu se encontraban la vereda empapelada con volantes firmados por una Juventud Peronista que decían “Traidores renuncien YA”. La ruptura, pocas horas antes, del bloque de diputados era el tema por el que preguntaban los cronistas a todos los dirigentes a medida que ingresaban al edificio. Casi todos evitaron dar declaraciones, pero cuando pasó el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, alguien insistió: “¿Bossio es un traidor? Contestá, Martín, vos que sabés del tema”.

- Aplausos: Se llama Pablo Ayala, es militante en La Matanza y fundador de la organización Putos Peronistas, además de consejero del PJ. Su look (pelo por debajo de los hombros, remera de los Redonditos de Ricota, jeans rotos) llamó la atención cuando pidió la palabra. Pero su discurso, en el que confesó que fue recientemente despedido, se calificó como “el más pobre” de los miembros de la mesa de conducción del partido y reivindicó el rol de Néstor Kirchner y CFK, fue uno de los más aplaudidos.