EL PAíS › VIOLENCIA, POBREZA Y DETERIORO DE LA EDUCACION PUBLICA
El difícil futuro de las escuelas
¿Cuál es el futuro de la escuela media? Guillermina Tiramonti, licenciada en educación y especialista en políticas educativas, considera que las causas de la situación actual hay que buscarlas en el contexto social donde están sumergidos la escuela, las familias y los estudiantes. Por eso el futuro le parece difícil: “Vamos a tener probablemente un freno en la tendencia progresiva de incorporación de chicos a la escuela y habrá más deterioro por el proceso de conflictividad que se genera en las escuelas, más violencia, más dificultades para hacer el trabajo pedagógico”. Y esto se notará ya este año. La entrada de las clases medias frustradas en la escuela pública, dice Tiramonti, generará más conflictos por la heterogeneidad social.
El abandono así empieza a gozar de cierto consenso ante la falta de respuesta de una institución que deja de ser un modelo legítimo. Es un proceso retroalimentado dentro y fuera de la escuela. Fuera de ahí los adolescentes se encuentran en la calle, se cruzan, se agrupan, pero lo hacen después de haber sido excluidos. Es ahí cuando empieza a consolidarse lo que Alcira Daroqui, investigadora de la UBA, define como “el ser no social”.
–Sin la escuela, ¿dónde están?
–En la calle, donde ni siquiera buscan trabajo. ¿Para qué van a buscarlo si no tiene sentido? –explica Alcira Daroqui– Lo que hay que preguntarse es qué tipo de inserción social se busca y cuáles son las alternativas. Porque los chicos siguen buscando a sus pares, pero ahora se vinculan en esa suerte de mercado de economía informal que se da en la calle. Y ahí aparecen distintos tipos de núcleos mínimamente organizados para robar, para manejar armas, el chiquitaje. Son alternativas reales y habrá que pensarlas como lo que son ¿o no son una actividad económica?
–Esa red social es una derrota para el modelo.
–Esta cadena de socialización que corre en los márgenes es la que termina condenándolos a un terrible presentismo, sin proyectos.
–¿Cuáles son las consecuencias?
–Aumenta la violencia, aumentan los índices delictivos y aumentará la población en las cárceles, aumentarán las instituciones de control social. Pero esto se da a medida que se está dando otro fenómeno de gente que está cada vez más perdida: ya ni siquiera son alcanzadas por alguna institución. Ni por la escuela, ni por los asistentes sociales, ni por los comedores. Es gente que mientras los piqueteros cortaban las rutas estaba entre la basura. Porque en los supuestos estallidos sociales no están los peores. Y así, en este nivel de desintegración ni siquiera son una amenaza. En medio de esta “desinstitucionalización” donde nadie los mira, los “no mirados” se convierten en “no seres sociales”, es decir, ya no están.