Los fiscales federales Eduardo Freiler y Federico Delgado concretaron ayer la denuncia por falso testimonio a Gladys Mota, secretaria del ex titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Fernando de Santibañes. El lunes, cuando declaró como testigo, la mujer negó haber visto en el organismo de inteligencia al arrepentido Mario Pontaquarto. Cuando se le exhibió un registro de la secretaría en el que figuraba que “Gladys” había recibido al ex secretario parlamentario el 22 de agosto de 2000, afirmó que no era ella y que podría tratarse de una telefonista. Sin embargo, la SIDE informó oficialmente que la única Gladys que trabajaba allí en esa época era Mota. Este hecho, sumado a las contradicciones que se desprenden de su declaración, hizo que los fiscales denunciaran a la empleada del banquero, que quedará en la misma situación que el chofer de De Santibañes, Alberto Ruidía. El juez Rodolfo Canicoba Corral ya tenía previsto iniciarle una querella a Mota, por lo tanto, hará lugar a la solicitud de Freiler y Delgado. Por eso, además, considera que no es prioritario realizar un careo entre la mujer y el arrepentido. Mota solicitó esa medida a través de una carta de puño y letra que dejó en el juzgado. Pontaquarto afirmó que el 18 de abril de 2000 por la noche, la secretaria de De Santibañes le entregó en una valija, un maletín y una caja los cinco millones de pesos destinados al pago de coimas a los senadores.