Página/12 publicó ayer que fue el presidente Néstor Kir- chner quien ordenó al ministro de Defensa José Pampuro que fuera al regimiento de Patricios a ver quién estaba cenando allí. Pampuro habló con Roberto Bendini, a quien no llevó porque el jefe del Estado Mayor estaba en una cena con un general francés, con el número dos, Mario Chretien, y con el jefe del Cuerpo Uno, Carlos Esteves. Si ninguno contestó la pregunta de Kirchner en el momento, debe inferirse que no conocían la cena que se estaba desarrollando a esa misma hora. La información deja abiertos algunos interrogantes:
- ¿Quién alquiló el quincho de Patricios?
- El jefe de Patricios, el teniente coronel Carlos María Marturet, ¿no informó a ningún superior?
- Marturet o alguno de sus superiores, ¿no controlaron las presencias en Patricios?
- Un cuartel del Ejército, ¿puede albergar una cena en la que se combinan políticos con empresarios, pero sobre todo con operadores de inteligencia muy activos en los últimos años?
- ¿Cuál es la relación del mundo de las finanzas con esos operadores?
- Si se trata de una simple cena de camaradería, ¿qué es lo que une a viejos camaradas? ¿El pasado, o también planes para el futuro? Y en ese caso, ¿cuáles?