EL PAíS
La mitad quiso y no pudo
Por M. G.
Según Artemio López, de la consultora Equis, la tasa de desempleo de quienes tienen entre 15 y 19 años es del 55 por ciento y la de los que van de 19 a 24 años, del 40.
–El problema es que el gran ascenso del desempleo quedó registrado en el segundo semestre de 1994 y se mantuvo casi una década –dijo López–. Eso quiere decir que la mitad de los que querían trabajar no trabajó. Cuatro de cada diez no consiguieron empleo.
–Una parte de los que hoy tienen entre 18 y 25 no trabajó nunca.
–Efectivamente. A medida que se desciende en edad, los hogares pobres son siete de cada diez. Los ciclos argentinos de la desocupación son terribles. Desde mediados del siglo XX hasta mediados de los ‘70 se duplicó la tasa de desempleo: de 1,5 a 3 por ciento. De mediados de los ‘70 a mediados de los ‘90 volvió a duplicarse: de 3 a 6 por ciento. De mediados de los ‘90 hasta entrado el XXI la tasa se triplicó. Y siempre hay un impacto diferencial fuerte en los tramos iniciales.
–¿Los jóvenes son también los más precarizados?
–Sí. Si la informalidad laboral promedio es de 46 puntos, los jóvenes tienen 70. Y el ingreso promedio está un 40 por ciento por debajo de un trabajador más experimentado. En ese tramo, la pobreza llega al 55 por ciento. La indigencia, al 18. El 80 por ciento de los hogares pobres o son capitaneados por jóvenes o por mujeres.