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Por M. G.

Mientras el presidente Néstor Kirchner habla en el Council of Americas a los representantes de los acreedores, Cristina Kirchner visitará el museo de la calle Orchard, en un inquilinato, que representa la miseria de los primeros inmigrantes de Estados Unidos. El contacto forma parte de la agenda sobre reconstrucción de la memoria y la edificación de museos especiales que siguió ayer. Junto con Héctor Timerman y Patricia Valdez, del Centro de Estudios Legales y Sociales, la senadora se reunió con Marie Rust, jefa de la jurisdicción Este del servicio de parques nacionales, que en Estados Unidos incluyen también algunos sitios históricos. Uno de ellos es el museo de Ellis Island, frente a la Estatua de la Libertad, donde está ubicado el memorial sobre la inmigración.
La discusión fue sobre cómo hacer un museo sobre hechos que son controversiales. Rust maneja en su jurisdicción el museo de Gettysburg, donde se libró la última batalla de la guerra civil de la década de 1860. “Los sureños dicen que no necesariamente estuvo bien que el norte ganara la guerra sobre el sur.”
–¿Usted pondría en el holocausto la mirada de los jefes de los campos de concentración?
–No, poner en contexto. Contar cuál era el argumento que el torturador tenía para hacerlo. No creemos que haya que adoctrinar a la gente sino darle contexto y mostrarle bien el cuadro completo de cómo sucedieron las cosas. Si la gente sale del museo tal como entró, está bien. Si sale diferente, está bien.
La regla es que deben hacerse museos sobre cosas de las que hayan pasado al menos 50 años. Sin embargo, dijo que acaban de crear en Pennsylvania un museo sobre el vuelo 93, el avión del 11 de septiembre que no logró estrellarse contra las Torres Gemelas.
Más allá de cualquier criterio, Rust aconsejó tener “un plan maestro” surgido del contacto con la comunidad, y que cualquier apuro inicial puede terminar siendo perjudicial después. Recomendó un proceso de discusión para integrar, en este caso a los organismos de derechos humanos, de la forma más constructiva posible.
Cristina Kirchner y Timerman invitaron a Rust a visitar el sitio de la Escuela de Mecánica de la Armada donde funcionará el Museo de la Memoria. Rust aceptó. La sección de Rust tiene 170 millones de dólares de presupuesto operativo. Pero pidió no apurarse en completar todo el museo. Dijo que en Ellis Island hay 32 edificios aún no utilizados, a pesar de que el proceso de construcción comenzó en 1982.
–A veces tenemos la idea y no tenemos la plata, y a veces la plata y no la idea –tranquilizó a los argentinos.