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Hace 25 años Emilio Mignone, cuya hija había desaparecido el 14 de mayo de ese mismo 1979, fundaba el CELS, Centro de Estudios Legales y Sociales. Era la época más dura de la dictadura militar, y Mignone concretó el emprendimiento junto a Augusto Conte, Alfredo Galleti, Carmen Lapacó, Boris Pasik y José Westerkamp. “El CELS se integra por equipos de trabajo multidisciplinarios y pluralistas, y orienta su filosofía institucional en la convicción de que los derechos humanos se transforman en una ficción jurídica cuando no existen mecanismos de control que permitan a la sociedad civil conocer, seguir y fiscalizar las políticas y acciones de las distintas instituciones del Estado”, dijo Armando Pereyra en Rosario cuando se presentó el Informe 1999. En este sentido, sus líneas históricas de trabajo son el accionar jurídico legal, el desarrollo de programas de investigación y documentación de los derechos humanos. Ya en democracia, el CELS tuvo un rol importante en el seguimiento de los procesos penales abiertos por delitos de lesa humanidad.