Hechos: más de 300 parejas, uno de cuyos miembros tiene el virus del sida y el otro no; todas estas parejas tienen sexo, todas usan preservativo y, en más de cuatro años de seguimiento, ninguno, absolutamente ninguno se contagió. El ejemplo lo aporta Pedro Cahn, presidente electo de la Sociedad Internacional de Sida, quien por lo demás destaca: “La prédica de la abstinencia no nos molesta; lo que pasa es que la mayoría de la gente no la practica, y para esta mayoría el preservativo es el recurso más eficaz”.
“La objeción de conciencia es respetable; pero mentirle a la gente es otra cosa –destaca el prestigioso especialista–: cuestionar la eficacia del preservativo es mentir, y esto es grave porque a mucha gente le resulta difícil usar preservativo, porque no está habituada o porque tiene prejuicios, y si empiezan a aparecer mensajes diciendo que no sirve, lo que van a conseguir es que se infecte más gente. Ningún principio religioso puede justificar que se difunda información errónea que pone en riesgo vidas de seres humanos.”
Por ejemplo, “hace unos días el presidente del Círculo de Médicos Católicos cuestionó el preservativo diciendo que sólo es eficaz en el 80 por ciento de los casos. No es verdad, su eficacia es mucho mayor pero, aun si así fuera, se justificaría promover su uso: ¿rechazaríamos una vacuna que tuviera un 80 por ciento de efectividad? No hay que olvidar que, cada día, 15.000 personas en el mundo contraen la infección por VIH”.
No la contrajo, en cambio, “ninguna de las personas cuyas parejas tienen la infección y que están en seguimiento, desde hace más de cuatro años promedio, en el servicio de infectología del hospital Fernández –contó Cahn, quien dirige ese servicio–. Son parejas sexualmente activas pero usan preservativo en forma correcta y consistente y, por lo tanto, no hubo ningún contagio”.
Según aclaró el electo titular de la Sociedad Internacional de Sida, “no nos parece mal que se promueva la abstinencia; a quienes estamos en la lucha contra el sida y las enfermedades de transmisión sexual y queremos también ayudar a evitar embarazos no deseados, el mensaje que promueve la abstinencia no nos molesta; lo que sucede es que la mayoría de la gente no la practica, y para quienes no practican la abstinencia, el preservativo es la medida de prevención más eficaz”.
Porque “no es cierto que no tengan control. Están sujetos a normas IRAM de fabricación. Y sostener que el virus pueda filtrarse es absurdo y fácil de refutar: tomen un preservativo y llénenlo de agua: ¿se filtra? No. Menos podría filtrarse el semen, que es más espeso. Y el virus no puede viajar solo; es un parásito obligado, vive dentro de las células”, dijo.