“La virginidad la perdí en 1978. Soy el ingeniero naval que más buques petroleros construyó en la Argentina.” Así contestó el empresario Horacio Tettamanti –dueño de Servicios Portuarios Integrados (SPI)– a las acusaciones sobre su capacidad de constructor que le hizo el representante de ARS, Angel Cadelli. “Fui el primero, el que inventó y desarrolló la idea de un acuerdo estratégico de intercambio con Venezuela, de trueque de fuel oil por construcciones navales, en sociedad con el astillero venezolano Dianca. Una idea que ARS desconocía y ahora se adjudica”, se defendió Tettamanti ante Página/12.
Una iniciativa que, según el ingeniero, surgió en una charla organizada por el Ministerio de Planificación Federal que encabeza Julio De Vido y que se consolidó en las comitivas oficiales que compartió durante los viajes del Presidente a China y a la Isla Margarita (Venezuela) a mediados del 2004. “Para que el proyecto sea exitoso para la industria naval no sólo debía incluir a ARS sino también a los astilleros privados”, insistió Tettamanti.
Sin embargo, el dueño de SPI aseguró que dio “un paso al costado” cuando el gobierno nacional y el ministro de Gobierno de la provincia, Rafael Magnanini, le pidieron que el acuerdo se cerrase con ARS para luego distribuir el trabajo entre todos los sectores de la industria naval. Cuestión que, a criterio del empresario privado, terminó en “un fracaso” por la “incapacidad” del ARS de construir los buques Panamax, “que ahora está negociando Brasil con la pérdida que eso significa para nuestro país en dinero y generación de trabajo”.
El ingeniero naval confirmó que recién regresó a Venezuela invitado por la embajada rusa –para cuyo país trabaja como asesor en el área de Defensa– también con el objetivo de asesorar en construcciones navales, donde el gobierno de Hugo Chávez tiene planificada una inversión total de 2 mil millones de dólares. Ahí comenzó a negociar la construcción de buques de menor tonelaje que los Panamax, que “de ninguna manera eran parte de un acuerdo entre ARS y Venezuela”, afirmó.
Tettamanti admitió que el almirante Héctor Baldi, “que asesora en mi empresa”, lo acompañó a Venezuela, “un país que conoce porque estudió en su Escuela Naval”, pero negó otros vínculos que le adjudica Cadelli. “A Martínez (FINA) lo conocí en el astillero Astarsa, que él fundió y de donde a mí me echaron por ‘comunista’”, dijo Tettamanti. Sobre Godoy, el empresario asegura que lo conoció cuando el Gobierno decidió reabrir el Domecq García, que le alquiló a la Armada, “porque necesitaba de inversión privada para construir buques, que es lo que yo quiero”.
Pero Tettamanti cargó duro contra González: “Es un delincuente que estafó al Estado como parte del directorio anterior y ahora se hace la víctima”, insistió.
“Yo sólo asesoré a un grupo privado”, respondió Tettamanti sobre las acusaciones de los trabajadores de Tandanor de intentar quedarse con la empresa comprando la quiebra a un “precio vil”. E insistió en que Tandanor no es dueño del Syncrolift (elevador de buques), que “es del Estado, de todos nosotros, sólo tiene un permiso de servidumbre de paso que también puede ser utilizado por el Domecq García” para justificar por qué le ganó la licitación de buques de transporte de combustible de doble casco a ARS y a Tandanor: “Yo coticé la mejor oferta. Soy de los tiempos en que cuando llegaba a un baile me quería levantar a la rubia más linda y no me importaba cuántos pretendientes quisieran lo mismo. Yo la quería para mí”.