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“No voy a hablar de ninguna película. Quedénse tranquilos”, inició su discurso la senadora Cristina Fernández de Kirchner, y provocó sonrisas en el auditorio de comerciantes y empresarios que se convocaron para escucharla en Villa Ballester. CFK aludió de esa manera a las réplicas que había generado su definición de “guión de la película El Padrino” que endilgó al duhaldismo. El pie se lo había dejado el presidente de la Confederación General Económica, Marcelo Fernández, cuando mencionó al presidente Néstor Kirchner como “el mejor director” y convocó al empresariado a “escribir el guión de la película, y que no lo hagan los economistas de CEMA y FIEL”. “Un país no se hace como una receta de cocina: tanto de harina, cinco huevos... hay que poner más que cinco huevos para el país”, dijo CFK y se sorprendió: “Es increíble que se critique a un gobernador que dejó a su sucesor en la provincia de Santa Cruz 500 millones de dólares en efectivo. El ladrón cree que son todos de su condición”, disparó contra la oposición y generó aplausos en el auditorio.