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“La Argentina es un país poco serio donde los corruptos son aplaudidos.” La frase fue pronunciada por Juan Carlos Maccarone en 1993, pero de distintas formas esa crítica ha sido reiterada por el obispo en muchas ocasiones y en diversas circunstancias como parte de su permanente lucha contra la corrupción. En otros momentos cuestionó duramente a los organismos financieros internacionales y las consecuencias de la deuda externa para los más pobres. Pero la otra cara de su discurso ha sido el llamado al diálogo y a la concertación. Tal como lo señaló el 25 de mayo pasado en la catedral de Santiago del Estero ante el presidente Néstor Kirchner. En esa ocasión, Maccarone llamó a “superar la cultura de la confrontación” y abogó por el “diálogo” y el “pluralismo”. Frente al Presidente insistió en su reclamo de reformar la constitución provincial, porque “Santiago no tiene tutores ni tiene dueños que le señalen arbitrariamente el derrotero de la historia”.