“A los sinvergüenzas que no hacen inversiones, el Estado les dará una patada donde corresponde, lo vamos a hacer sin ningún tipo de temor”, sostuvo ayer el presidente Néstor Kirchner en su reacción por los graves incidentes registrados el martes en Constitución. Por la noche, sin embargo, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, no dio indicios de adónde puede ir dirigida esa patada. “Está todo en estudio”, fue lo único que respondió cuando lo consultaron acerca de qué medidas tomarían. Los dirigentes de la oposición hicieron fila para pegarle al Gobierno y denunciar un negociado con la concesionaria Metropolitano, que recibe un millonario subsidio anual.

Kirchner se refirió al tema durante su discurso en un acto en la Casa Rosada. Si bien subrayó que no le importaría pegarles una patada a los que no invierten lo convenido, acto seguido aclaró que el mal servicio ferroviario ocurre pese “a la inversión que se está haciendo”. “Hay muchas cosas que corregir”, sostuvo.

Y más que seguir profundizando en el tema, prefirió agarrárselas con la oposición. Volvió a hablar sobre los “ataques” que viene recibiendo –“hasta en las cosas que uno más quiere”, dijo– y mencionó a “los que hoy se asustan cuando se para un tren”. Y recordó la época del menemismo con un destinatario impreciso: “No levantaron la voz cuando decían ‘ramal que para, ramal que cierra’ y echaron a los ferroviarios como si fueran inservibles, y remataron los trenes en los años ’90”.

En respuesta, la oposición hizo fila para pegarle al Gobierno por el estado de los trenes y hacer referencia a los vaivenes de la relación de la Casa Rosada con el empresario Sergio Taselli, el controvertido dueño de la concesionaria de la línea Roca.

La candidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, habló de “un escandaloso negociado del Estado con la empresa que dirige Sergio Taselli, que recibe 400 mil pesos de subsidios diarios”, y reclamó que se le quite a Metropolitano el gerenciamiento de la línea Roca, “porque en cuatro años no hizo nada”. Carrió aseguró que la reacción de los usuarios del Roca era previsible porque “la gente viaja como ganado”.

El ex ministro de Economía y candidato a presidente por la coalición UNA, Roberto Lavagna, puso el foco en el área de su viejo enemigo, el ministro de Planificación, Julio De Vido. Por eso, atribuyó la crisis en el transporte ferroviario a “la incapacidad enorme que existe en el área de obras públicas y transportes”. Dijo que la política del área es “descabellada y carente de todo sentido”.

“El sistema de transporte es un caos, y eso en medio de un presupuesto fenomenal y una maraña de subsidios que va a costar muchísimo saldar”, advirtió Lavagna.

El dirigente socialista Héctor Polino, hoy cercano al kirchnerismo, representa a la asociación de Consumidores Libres. En ese carácter reiteró su reclamo para que se rescinda la concesión “por graves y reiterados incumplimientos contractuales”. Polino explicó que el servicio en la ex línea Roca y Belgrano Sur lejos de mejorar “ha ido empeorando con el correr del tiempo”.