Jue 17.05.2007

EL PAíS • SUBNOTA

El llamado que disparó el alerta en la Rosada

Una llamada telefónica del fiscal Stornelli a Aníbal Fernández determinó una reunión con Alberto Fernández y finalmente con Kirchner. Stornelli había dicho: “De Ulloa para abajo, me los llevo puestos a todos”.

› Por Diego Schurman

“Hay que echarlos.” Con esas tres palabras, Néstor Kirchner decidió el despido de Fulvio Madaro y Néstor Ulloa de la titularidad del Enargas y del Fideicomiso Banco Nación. El Presidente acababa de enterarse de una grabación que comprometía a sus funcionarios en el caso Skanska y que ambos serían citados a indagatoria por el juez federal Guillermo Montenegro.

La certeza de que la causa judicial ya no se limitaría a un “tema entre privados”, como hasta hace poco sostenía Kirchner, produjo un cimbronazo en la Casa Rosada. El Presidente debió cumplir aquella promesa de hace una semana atrás de echar a aquellos hombres de su gobierno que pudieran estar involucrados en la causa. Claro que entonces no imaginaba que la Justicia aportaría datos con nombres y apellidos de funcionarios K.

A lo largo de la jornada hubo corridas e inquietantes cruces telefónicos. Según la versión oficial, todo se originó en el despacho de Aníbal Fernández. Fue cuando el ministro del Interior le dijo a Alberto Fernández que tenía que “subir” a verlo. El jefe de la cartera política trabaja en la planta baja de la Casa Rosada. El del jefe de Gabinete está en el primer piso.

El encuentro se produjo alrededor de las 17. Aníbal Fernández le relató a Alberto Fernández una conversación mantenida poco antes con Carlos Stornelli. De acuerdo con la versión obtenida en Gobierno, el fiscal del caso Skanska le agradeció el rol de “consejero” a Aníbal, recordando cómo lo había inhibido de colaborar con Mauricio Macri en 2003.

Para los desmemoriados: el líder de PRO evaluó en aquel año la posibilidad de nombrar a Stornelli como procurador general de la ciudad de Buenos Aires. Pero el tema se diluyó porque finalmente perdió la elección de la Jefatura de Gobierno porteño en manos de Aníbal Ibarra.

Aníbal Fernández también le contó a su tocayo del gabinete kirchnerista el “deseo” de Stornelli de colaborar con Daniel Scioli. “Quiere ayudarlo, está interesado en trabajar con él”, dijeron fuentes de la cartera de Interior.

Desde la Fiscalía Federal número 4 confirmaron el dato a Página/12. “Es cierto que Stornelli tuvo conversaciones con Scioli, pero nadie le hizo una oferta: sólo se habló de temas de seguridad en la provincia de Buenos Aires”. En los pasillos del poder se especula que, de imponerse en la elección de octubre, Scioli convertirá a Stornelli en su ministro de Seguridad.

Pero Aníbal Fernández habría quedado atragantado con una frase del fiscal, que llegó inmediatamente después de conjeturar sobre temas electorales.

–Ah, una cosa más: tengo una grabación. A Ulloa y a Madaro, y de ellos para abajo, me los llevo puestos a todos. Estoy armando las pruebas –le dijo Stornelli al ministro del Interior, según el textual que anoche hicieron circular en la Casa Rosada.

Alberto Fernández quiso escuchar esa frase de primera mano. Le pidió a Aníbal Fernández que volviera a llamar a Stornelli, pero esta vez delante de él y a través de un celular que se puede utilizar a modo de handy.

–¿Qué carajo es lo de Ulloa y Madaro? –preguntó Aníbal, en un lenguaje prosaico, siempre según la versión oficial.

–De Ulloa y Madaro para abajo me los llevo puestos a todos. Tengo escuchas que los involucran –reiteró con la voz latosa que devolvía el auricular. Aunque hay dudas de que ésos fueran los textuales de Stornelli, en conferencia de prensa, el jefe de Gabinete dijo que en esos términos se refirió el fiscal sobre la suerte de ambos funcionarios.

La grabación aludida por el fiscal reproduce una conversación entre el gerente comercial de Skanska, Javier Azcárate, y el auditor interno Claudio Corizzo. Alberto Fernández se cruzó entonces al despacho de Néstor Kirchner. El Presidente dudó un instante al escucharlo.

–¿Estás seguro? –le preguntó.

–Los citó a indagatoria Montenegro –aportó más letra el funcionario.

–Hay que echarlos –cerró Kirchner.

Ahí mismo, en el despacho del Presidente, se reunieron algunos ministros y se le terminó de dar forma al decreto de eyección de Madaro y Ulloa. Las fuentes oficiales aseguran que nadie habló en ese momento de Daniel Cameron, algo poco probable. Es que el fiscal también pidió que citaran a indagatoria al secretario de Energía. Pero el juez por ahora no lo hizo. Este diario intentó comunicarse con Madaro, Ulloa y Cameron. Fue en vano. Ninguno de ellos aportó su testimonio a la prensa. Anoche, pasadas las 23, Kirchner y Fernández, junto a la senadora Cristina Kirchner, analizaban los pasos a seguir durante una cena en la quinta de Olivos.

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