Desde el 28 de diciembre los propietarios de KU-El Alma estuvieron preparando la denuncia que terminaron presentando en el juzgado de Dolores la semana pasada. En total son más de veinte encuentros grabados con MP3 y con una cámara oculta del tamaño de un botón. En Pinamar, los dos empresarios no consultaron abogados, apenas hicieron algunas consultas con políticos y se prepararon con la ayuda de sus hijos. Y uno hasta le cosió la cámara a la camisa. El representante legal del boliche, Raúl López Presa, convocó el sábado a la medianoche a una conferencia de prensa: “Le entregamos todas las copias grabadas en bruto y sin editar al juzgado”, dijo respondiendo a las acusaciones de la defensa del intendente, que señaló que las grabaciones habían sido editadas. Sólo porque el juzgado y la fiscalía les dijo que no se entendían alguno de los diálogos, los dueños del boliche volvieron a llevarles otra copia subtitulada. Ahora ésa es la prueba más contundente contra Porretti y su secretario de gobierno, Aldo Leonián. Según la denuncia de López Presa, en esas imágenes hay tomas en la intendencia con imágenes de Porretti y Leonián hablando del pago de la coima, aquella cifra de 400 mil pesos de la deuda de un canon que iba a estar dividida en dos partes, una para la comuna y otra para el jefe comunal. Según la empresa, del total de 125 mil pesos de coimas acordadas, ellos hicieron tres pagos de 30 mil. Uno quedó grabado: se ve un Vitara rojo con dos personas en las inmediaciones del local. Adentro, estaría Leonián con otra persona. Y afuera, alguien que se acercó a pagarles.