ESPECTáCULOS
Un programa de TV hace peligrar el equilibrio político en Medio Oriente
“Caballero sin caballo”, una tira televisiva egipcia, originó una protesta de Israel, que denuncia un posible brote de antisemitismo.
Por Naji Al Qanni *
Desde El Cairo
Una serie que la televisión local empezará a emitir hoy, primer día del Ramadán, amenaza con desatar un conflicto diplomático de proporciones. De hecho, antes de su estreno, ya hubo varias fricciones entre el gobierno de Egipto y los de Estados Unidos e Israel, luego de que se difundiesen sus líneas argumentales. Algunos medios israelíes, en base a esas informaciones periodísticas, definen como “antisemita” el espíritu de esta novela televisada, por lo que pidieron que no se emita. La televisión estatal egipcia emitirá la telenovela “Caballero sin caballo” que, según anuncia, “narra en 41 episodios la estrategia del Movimiento Sionista para hacerse con Palestina y expulsar a sus pobladores, así como las tácticas sionistas para controlar los medios de comunicación y el dinero en el mundo”. La serie explica la histórica “Declaración Balfour”, en la que el ministro de Asuntos Exteriores británico, James Arthur Balfour, prometió al Movimiento Sionista, en noviembre de 1917, fundar un Estado judío en tierras de Palestina. “No hemos visto todavía el programa, pero si difunde ideas antisemitas pediremos que se interrumpa la emisión”, dijo el embajador de Estados Unidos en Egipto, David Welch, en una entrevista concedida a la televisión satelital qatarí Al Jazeera.
Las declaraciones de Welch, junto con las críticas previas de algunos medios israelíes a la telenovela, provocaron la indignación de artistas, sindicatos, escritores y partidos políticos egipcios, y también del propio gobierno. El director del Servicio de Información del Estado de Egipto, Nabil Osman, criticó las posturas de Israel y de las organizaciones judías en Estados Unidos y las acusa de intentar descalificar “cualquier divergencia con la política israelí”. Osman recalcó que “Caballero sin caballo” es una serie aún no emitida, y apunta que “prejuzgar un trabajo artístico es, simplemente, una muestra de inmadurez y falta de inteligencia”. El responsable político egipcio recalcó que la serie fue realizada por una compañía privada con participación estatal del 10 por ciento, por lo que “es obvio que el Estado no tuvo el control de la producción”. Los medios de comunicación oficiales egipcios “nunca adoptan una actitud hostil hacia ninguna religión o credo” y recalca que “no hay ni un gramo de verdad” en las acusaciones de antisemitismo. En cualquier caso, dijo, son “hechos históricos innegables” los que se narran en la telenovela “sobre el establecimiento de un Hogar Nacional Judío y el lamentable estado en que quedaron los palestinos”.
Por su parte, varios centenares de personalidades del mundo del arte, dirigentes políticos y representantes de colegios profesionales egipcios celebraron en la noche del lunes una reunión en la que manifestaron su apoyo a la difusión de la serie. En un comunicado difundido ayer, los artistas puntualizan que las presiones de algunos sectores para que se censure la telenovela suponen una “flagrante injerencia de círculos extranjeros en la cultura y el arte egipcios”. “Egipto se opone al sionismo así como al movimiento racista colonial”, dice el texto, que recuerda que “los egipcios son un pueblo semita y, por lo tanto, no pueden ser antisemitas o contrarios al judaísmo como religión”. Mohamed Bagdadi, uno de los guionistas de la telenovela, la considera una “comedia de contenido político-histórico, y no antisemita”.
Su colega Mohamed Sobhi, que además de participar en la redacción del guión es también el protagonista, afirma que “esta serie explica menos del uno por ciento de los hechos que tengo en la mente sobre la ocupación de Palestina, y las expulsiones de civiles por parte del Movimiento Sionista”. Sobhi se pregunta “¿Por qué la entidad sionista y EE.UU. temen esta telenovela?”, y adelanta que “si los sionistas y los estadounidenses se horrorizan por una simple serie, produciremos muchas más similares”, agregó. Los sentimientos contra Israel y Estados Unidos están en auge en el mundo árabe e islámico, debido al incondicional apoyo de Washington a Israel en los que algunos gobiernos árabes calificaron de “genocidio delpueblo palestino” y también por el empeño estadounidense de atacar a Irak para derrocar a Saddam Hussein.
* De la agencia EFE.