EL PAíS › RICO REDUJO A TRES LADRONES Y UNO ESCAPO
Un grito: “¡Alto, intendente!”
El intendente de San Miguel, el ex carapintada Aldo Rico, con uno de sus custodios, redujo a tres ladrones. Habían robado en un comercio y chocado a un ex juez. Una banda con poca suerte.
Por Luis Bruschtein
Los tipos hicieron el asalto en una tienda de ropa y trataron de huir en un Duna, con tanta mala suerte que a poco de andar se toparon con un móvil policial que los empezó a perseguir, con tanta mala suerte que en la persecución chocaron con un automóvil estacionado, con tanta mala suerte que cuando interpelaron al conductor para apoderarse del auto, resultó que era ex juez. Los ladrones ya ni pensaban en su suerte, solamente en la fuga, cuando escucharon un disparo y el grito: “¡Alto, intendente!”.
Solamente faltaba el Presidente de la República, o que le declararan la guerra a la OTAN y todo por unos pesos. Uno de los tipos no entendió la voz de alto, seguramente escuchó algo así como “¡Yahoo, Silver!”, pensó que era el Llanero Solitario y salió corriendo. Los otros tres escucharon el tiro y se quedaron quietos. Solamente a dos intendentes se les puede ocurrir gritar “¡Alto, intendente!” en un tiroteo. Uno es el comisario retirado Luis Patti y el otro el teniente coronel retirado Aldo Rico, el Ñato, que era quien se acercaba en ese momento, arma en ristre, con cara de película de Schwarzenegger.
El episodio, que tomó estado público ayer, sucedió en la vida real el lunes a las 19.15 cuando cuatro delincuentes jóvenes robaron un comercio de ropa ubicado en la calle Irusta al 5700 (y Durán), en el barrio de Obligado, en Bella Vista, y huyeron velozmente en un Fiat Duna de color blanco. A las pocas cuadras, un móvil del Comando de Patrullas de Tres de Febrero comenzó a perseguir a los cacos que aceleraron e intentaron todo tipo de maniobras evasivas, al punto que se metieron por la avenida San Martín, de esa localidad, pero por la vereda.
En San Martín y Gaspar Campos chocaron contra la parte trasera de un automóvil estacionado, bajaron sumamente nerviosos, uno pateó el auto chocado, un Volkswagen Passat en cuyo interior estaba el ex juez Ciro de Martini, y trataron de apoderarse del mismo para continuar la fuga.
En ese momento, el intendente de San Miguel Aldo Rico se dirigía a Quilmes para participar en una reunión con empresarios, según informó, y circulaba por el lugar del hecho, pero en dirección contraria, con una camioneta y uno de sus custodios. Decidieron intervenir, clavaron los frenos, bajaron pistola en mano y allí gritó Rico: “¡Alto, intendente!”, que, para el caso, es lo mismo que decir “¡Alto, farmacéutico!”, mientras su custodio, Carlos Dioca, hacía un disparo al piso.
Hubo otro disparo, proveniente de los ladrones, que atravesó la luneta del Passat e hirió en la mejilla al ex magistrado. Pero ya estaban controlados, menos uno, que al escuchar “¡Alto, intendente!” salió corriendo. Los otros tres se entregaron sin más, maldiciendo una vida de ladrón sin suerte. Mientras los ladrones eran reducidos y entregados a la policía de Bella Vista, que les secuestró una pistola calibre 22 y otra 32, el ex magistrado De Martini fue trasladado a un centro asistencial para ser atendido. Uno de los detenidos fue identificado por fuentes judiciales como Julio Tomás Palma, de 31 años, en tanto que los otros dos tenían 17 años.
Requerido periodísticamente sobre la sorpresa de los ladrones al reconocerlo por su grito de guerra, Rico respondió amablemente: “No me interesa lo que piensan los delincuentes, como no me interesaba lo que pensaba el enemigo en el combate”. Y, ya un poco agrandado, agregó que “hay que poner a funcionar los sistemas armónicamente para que los delincuentes sean los que estén en emergencia y no la sociedad”.
El intendente de San Miguel, actual candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por la fuerza que impulsa a Adolfo Rodríguez Saá a la Presidencia de la República, aceptó ampliar su concepto de “armonía”: “Hay que analizar una política de tolerancia cero y eso significa replantear el tema de la Justicia contravencional en la provincia, que no existe, así se podrá penalizar el menor delito para no tener que enfrentarel delito mayor”. Cuando le preguntaron si el actual “veranito económico” podía favorecer al actual presidente Eduardo Duhalde, Rico fue terminante:
“¿Pero de qué veranito me habla?, ¿eh?”.