ESPECTáCULOS › UN HOMENAJE A ALEJANDRO DUMAS
La última aventura
El autor de Los Tres Mosqueteros, Alexandre Dumas, descansa desde ayer en paz en el panteón de los hombres ilustres de Francia, junto a su amigo Victor Hugo y otros 68 grandes franceses, entre ellos sólo una mujer, la investigadora Marie Curie. Tras un lento viaje y un sinfín de homenajes, el féretro en el que se encuentran las cenizas de Dumas, fallecido en 1870, fue colocado en la cripta del Panteón de París en un acto de impresionante solemnidad.
Los restos de Dumas, nieto de una esclava de Santo Domingo que nunca había leído un libro e hijo de un general bonapartista, llegaron el sábado al Panteón, donde Francia le rindió un último homenaje presidido por el jefe de Estado, Jacques Chirac. Durante dos días, el domingo y el lunes, el catafalco permaneció expuesto en la nave central y fue visitado por unas 26.000 personas.
El último viaje de los restos de Dumas comenzó el pasado jueves, cuando sus cenizas dejaron el cementerio de Villers-Cotterets (norte de Francia), ciudad natal donde quiso ser enterrado, camino del castillo de Montecristo, en Port-Marly (afueras de París), por donde pasaron cientos de personas. Antes de llegar al Panteón, los restos del autor de El conde de Montecristo hicieron nuevo alto en el Senado francés, que le rindió un homenaje especial, símbolo de su defensa de la igualdad entre las razas. Desde ayer, Dumas, uno de los escritores más leídos de todos los tiempos, “padre” de aquel entrañable conde y también de Athos, Aramis, Portos y D’Artagnan, los mosqueteros favoritos de millones de niños, es el septuagésimo ocupante del Panteón de los más grandes.