ESPECTáCULOS › “UN GRITO BAJO EL AGUA”, UNA OBRA DE TERROR
Checos, al estilo de Hollywood
Por Martín Pérez
Unos parecen pasarla demasiado bien y en realidad tal vez no sea para tanto, y otros parecen pasarla mal en la pantalla, pero en realidad tal vez se diviertan haciendo su trabajo. A juzgar por Un grito bajo el agua, ésa bien puede ser la única diferencia entre el cine pornográfico y el cine de terror. Porque en lo que respecta a malas actuaciones, situaciones previsibles e incluso un burdo inglés de cabotaje, este film de terror alemán filmado en Praga no tiene mucho para destacarse ante la más común película porno. Salvo por el hecho de que aquí lo que penetra los cuerpos es un filoso cuchillo, que esos cuerpos no necesitan exponer su desnudez para ser penetrados y que en vez de secreciones corporales lo que anuncia el final de cada escena cumbre es la sangre.
Con un asesino enmascarado armado con un cuchillo digno de Halloween y un prólogo con teléfono inalámbrico asesino que recuerda demasiado al comienzo de la primera Scream, Un grito... es un film que desde el arranque delata todas sus limitaciones. Porque ese prólogo palidece demasiado al compararse con aquella ironía firmada por Craven. No sólo por la ausencia de Drew Barrymore al teléfono sino también porque sus frases autoconscientes han sido reemplazadas por unos tiesos “¿Eres tú?”, o “Esta broma no tiene gracia” esbozados por la víctima en cuestión antes de darse cuenta de que su papel en el film ha sido drásticamente recortado.
Coproducción checo-alemana cuya única ambición es pasar por norteamericana (para eso están los ocasionales actores importados, algún rock encajado con calzador y un inglés subrayado en la banda de sonido), Un grito... cuenta la historia de una particular fiesta de graduación a realizarse en una megapileta, y con asesino incluido. Titulada en alemán La muerte también celebra, lo único que los fanáticos del género pueden celebrar del film es que las muertes son lo bastante sádicas como para llamar la atención, con una adaptación de aquel chiste de la gillette en el tobogán que resulta francamente escalofriante. Claro que una banda de sonido que parece anunciarles a los actores que es hora de asustarse, unos diálogos inanes y la carencia absoluta de tino a la hora de hilvanar las secuencias hacen que la infumable Un grito bajo el agua termine siendo un curioso film de terror contemporáneo que no sólo no asusta sino que ni siquiera divierte.
(Der tod feiert mit) Alemania/República Checa, 2001
Dirección: Boris von Sychowski.
Guión: Lorenz Stassen y B. von Sychowski.
Fotografía: Notker Mahr.
Música: Johannes Kobilke.
Intérpretes: Kristen Miller, Thorsten Grasshoff, Elena Uhlig, Maximilian Grill, James McAvoy, Linda Rybová, Bryan Carney, Anna Geislerová y otros.
Estreno de hoy en los cines Hoyts Abasto, Monumental, Village Recoleta, Cinemark Puerto Madero y Showcase Belgrano.