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Es extraño cómo chocan los planetas que habitan mundos paralelos. Desde 1998, Gastón Pauls filma las noches de Buenos Aires desde su auto, con una cámara propia. “Surgió una vez que estaba muy solo y pensé que había otra gente como yo”, cuenta Pauls. Empezó a filmar personajes solitarios, siempre desde la ventanilla bajada de su auto. “Era una distancia que me gustaba”, confiesa. Nunca se subió nadie. Y justo cuando andaba con ganas de usar sus 50 horas de material, apareció una propuesta de Ideas del Sur para realizar “Ser urbano”, que se verá desde fines de este mes por Telefé. A decir verdad, no es lo mismo que Pauls tenía en la cabeza, pero el programa le vino como anillo al dedo para despuntar el vicio de sentirse hombre urbano. “Mis filmaciones son parte de un proyecto personal y no corren con los tiempos de la tele”, cuenta el actor a Página/12. Por ahora, Pauls (que también prepara “Tres padres solteros”, junto a Juan Leyrado y Gustavo Garzón, también para Telefé) dejó crecer su barba hasta niveles insospechados. “Ser urbano” intentará meterse en la vida oculta de las calles de Buenos Aires para descubrir –por ejemplo– cómo es una noche arriba de una ambulancia, cómo es la vida de una travesti cuando vuelve a su casa o cómo es vivir sin techo. Así, la sombra de Fabián Polosecki se hace presente una vez más en la televisión de aire.
–Es inevitable no comparar “Ser urbano” con “El otro lado”...
–La idea de “Ser urbano” no es mía. Pero yo tengo una influencia personal muy grande del Polo. Ese era el único programa que yo veía en esa época. Era el personaje más interesante que había en televisión. Además, en nuestra producción hay gente que viene de haber trabajado en ese programa. Creo que faltaba un espacio así para observar la cultura de la calle. Eso es lo que intentamos recuperar con “Ser urbano”.
–¿Va a hacer de “periodista”?
–No, voy a hacer de curioso. Y le pondremos un poco de ficción a la realidad. Con la producción vamos a ayudar a redondear las cosas a través de mi personaje. Vamos a espiar ciertas historias ocultas, a empaparnos con lo urbano.
–Cuando habla de espiar, ¿no puede terminar siendo “buchón”?
–Lo que hago es mirar a la gente con respeto. Con el programa vamos a enfrentarnos con personas que saben que están siendo filmadas. No vamos a trabajar sin que el otro sepa qué estamos haciendo. No habrá cámaras ocultas. Por supuesto que el programa va a tener un recorte sobre determinados temas, y que no es lo mismo una mirada sobre un cartonero que sobre un militar. No los puedo observar de la misma manera, porque sus situaciones e historias son diferentes. De todas formas, el espectador siempre hace el recorte y ve lo que quiere ver.
–¿En qué se diferencia con la ficción?
–Un actor depende siempre de los guiones que hace otra persona. Aquí no hay guiones establecidos. Aquí, los guiones los hace la propia ciudad. Por eso me siento más libre. Además, meterme en mundos distintos a los míos me sirve para mi preparación actoral. Me ayuda a ver de otro modo las cosas y ver la realidad me hace poder expresar mejor la ficción. Parece paradójico pero es así.
–¿Y mirar televisión no le sirve?
–No miro tele. Hace años que no veo más que fútbol y algunas películas. Ni siquiera he visto muchos de los programas que hice yo mismo. Pero creo que a la tele le sobran algunos personajes absolutamente detestables. Creo que hay dueños de canales que también están de más.
–Sin embargo, hay mucha ficción, como hacía tiempo no sucedía.
–Necesitamos de la realidad que nos otorga la ficción en medio de una realidad tan cruda. Necesitamos que narren lo que sucede de un modo más poético. De todos modos, hay canales que hacen ficción donde yo no laburaría. Hay canales donde trabaja gente que se autocontrataba en los canales estatales con sueldos increíbles. Respeto mucho a los actores porque tienen que trabajar, pero no a los dueños de esos medios.
–¿No es extraño el giro de Telefé hacia cuestiones “reales”?
–Es cierto que un formato como “Ser urbano” sale del mundo de color de rosa que se emite por Telefé. El canal se caracterizó siempre por una programación más familiar. Más familiera, mejor dicho. Es interesante ver cómo funciona otro tipo de relato en esa pantalla tan masiva. Si estoy en esto es porque sé que no me van a censurar. Y en caso de que así fuera me iría rápidamente.
–¿Cómo cree que va a funcionar?
–No tengo la menor idea. El test lo hago primero conmigo mismo, y a veces le muestro las cosas a mi novia. Las críticas más lapidarias me las hace ella, con lo cual no sé si agradecerle o enojarme porque no le gusta lo que hago. Pero puedo decir que desde Radio 10 nos criticaron bastante... así que creo que vamos por el buen camino.