ESPECTáCULOS › UN DEBATE SOBRE LA TELEVISION DEL RESTO DEL 2002
Una temporada de vacas flacas
Por Oscar Ranzani
Sangre, sudor y lágrimas es lo que puede esperarse de buena parte de la televisión argentina para lo que resta de la temporada 2002. La crisis nacional no solo ha cambiado la forma de hacer televisión sino también el modo de pensar la televisión. Estas fueron dos de las ideas que con mayor nitidez surgieron del debate ¿Hacia dónde va la televisión?, que asumieron Marcos Gorban (productor de Gran Hermano I y II), Víctor Tevah (coordinador general de contenidos de Polka), Darío Henderson Díaz (realizador de Cuatro Cabezas) y el periodista Carlos Ares (conductor del ciclo Troesma), en las instalaciones de TEA, cuyo rector, Guillermo Kaufman, hizo las veces de coordinador. Las perspectivas del medio en el marco de un país deshecho, la influencia del marco social, político y económico sobre el modo de concebir las grillas y las posibilidades de producir en tiempos de devaluación fueron temas recurrentes en las exposiciones. Pero el debate se amplió ante un auditorio colmado de estudiantes de periodismo y surgieron nuevos interrogantes con respecto a la calidad de la televisión argentina, la comparación de la programación con respecto a las de otros países, las posibilidades de exportar formatos y contenidos y la credibilidad de las mediciones del rating.
Los tres productores coincidieron en señalar que el panorama profundiza una crisis que desde hace varios años venía modificando la televisión. En este sentido, Gorban subrayó que “va a haber apuestas mucho más económicas y esto quiere decir –al menos es la sensación– que va a haber programas más baratos. Y cuando digo baratos digo con pocos exteriores, con muchos escritorios y gente hablando con invitados, menos ficción, etc. Generalmente los grandes lanzamientos de la televisión se hacen en marzo. Estamos en marzo y no los hay. Estamos en un marzo que parece un enero”. En líneas similares opinó Tevah, quien agregó que “la televisión postergó todos sus lanzamientos prácticamente para mayo. Ni siquiera para abril”. Tevah relacionó el panorama televisivo con la crisis política nacional desde el 20 de diciembre. “Si a eso le sumamos el panorama económico, los auspicios que no llegan veremos que hay un montón de programas que, como están las cosas, no saldrán al aire directamente.”
Por otro lado, Gorban terminó de trazar un oscuro destino para los trabajadores del medio audiovisual. “Los canales de televisión (aunque no sé si todos) como todas las empresas están obligados a reducir costos y esto siempre significa despedir gente. Hay productoras que han cerrado, algunas exitosas como Bus Televisión, o productoras como Ideas del Sur que han decidido no hacer cosas este año porque piensan que todo lo que se produce es a pérdida”, afirmó el responsable de “Gran Hermano”. En su intervención, Henderson Díaz sostuvo que la apuesta más difundida será promover productos viables pero que tengan un costo bajo. “Para el caso de Cuatro Cabezas nosotros estamos desarrollando productos documentales pensando en un costo inferior y plazos completamente distintos a los del año pasado” destacó. “Para citar un ejemplo: un documental que hacía nuestra productora demoraba veinte días promedio en un viaje al exterior ya fuera que se tratara de América Latina o el resto del mundo. Hoy es imposible pensar en un costo de veinte días saliendo del país. Por lo tanto, los precios comienzan a modificarse y tienen que modificarse las ideas, los contenidos y también los desafíos de cómo contar lo mejor posible un producto sin perder calidad”.
En una posición disidente a la de los tres productores, Ares se manifestó optimista con respecto a lo que puede pasar de aquí en más con la televisión. “Es un momento de gran oportunidad para la gente joven, para los que tengan entusiasmo, creatividad, ganas e ideas porque por primera vez van a competir en igualdad de condiciones”, se entusiasmó el conductor de Troesma. “Hasta ahora siempre era muy difícil que la idea compitiera contra el dinero. Entonces cuando un alumno llevaba su idea le pedían un piloto que salía 10 mil dólares hacerlo. Entonces ganaba en la carrera el que tenía los 10 mil dólares aunque su idea fuera peor. Me parece que ahora se van a abrir más. Como tienen necesidad de ideas buenas y baratas van a estar más receptivos a las ideas buenas y baratas antes que a las ideas caras que por ahí les permitían algún tipo de negocios a los que participaban de ella”.