ECONOMíA › NUEVO SALTO DEL DOLAR: CERRO A 2,34
Una paridad muy real
Hace un par de meses hubiera parecido imposible imaginar que el peso tendría una cotización similar a la moneda brasileña, el real, en relación con el dólar. Ayer ese juego de paridades se concretó.
Por Claudio Zlotnik
El dólar alcanzó su marca máxima desde que se lo dejó flotar, al cerrar a 2,34 pesos en la mayoría de las casas de cambio, aunque hubo algunas que lo vendieron a 2,36. Desde el fin de la convertibilidad, el peso ya se devaluó un 57,3 por ciento y alcanzó una marca que meses atrás se veía con espanto: la de la moneda brasileña. El dólar en el país vecino cerró a 2,36 reales. El panorama podría complicarse en las próximas horas en caso de que los exportadores, tal como lo hicieron ayer, dejaran de operar en el mercado de granos en protesta porque el Gobierno no está cumpliendo con el pago de compromisos pasados. La presión de estos grandes conglomerados fue una de las causas de la suba del dólar.
El Gobierno necesita llevarse bien con los exportadores. Sin crédito externo, las ventas al exterior se constituyeron en la fuente genuina de divisas. Si se detuvieran, a las autoridades del Banco Central no les quedaría otra opción que observar cómo se les escurren los dólares de las reservas. La demanda de esos billetes sigue siendo sostenida. Un mes atrás, pocas horas antes de liberarse el tipo de cambio, Economía aceptó el reclamo de las multinacionales y acordó pagarles a los exportadores una deuda por unos 720 millones de dólares (entre devolución de IVA y factor de convergencia) en 19 cuotas, tomando en cuenta el tipo de cambio libre. La primera de esas cuotas, pautada para el último viernes, no fue cumplida. Y en el mercado granario, ayer hubo versiones de que el Gobierno demoraría aún más el pago. Frente a esta situación, las principales exportadoras se retiraron del mercado sabiendo que si las exportaciones se paralizan habría un recalentamiento del dólar. El hecho de que las multinacionales se abstuvieran de liquidar divisas fue una de las causas por las cuales el dólar pasó de 2,28 a 2,34 pesos entre el viernes y ayer. El Central convalidó la suba al colocar el “dólar de referencia” a 2,2525 pesos, un 2,2 por ciento por encima del viernes.
A pesar de la nueva pulseada con las compañías exportadoras, el Banco Central no intervino en el mercado. Con respecto a la actitud de la entidad rectora, una de las especulaciones entre los financistas es que el Fondo Monetario sería partidario de dejar al dólar lo más libre posible, reduciendo al máximo las intervenciones oficiales para ver cuál es la cotización de equilibrio. Recién entonces, razonan algunos, el Central podría vender dólares en forma masiva y establecer una banda cambiaria, interviniendo cada vez que el dólar supere el máximo. Para algunos especialistas, la moneda estadounidense recién se estabilizará cuando quede desarmado el corralito. Recién entonces podrá definirse la política cambiaria. Mario Blejer, presidente del BCRA, se entusiasmó prometiendo un dólar por debajo a los 2 pesos. En el actual escenario de demanda sostenida de billetes por parte de empresas y particulares, y de escasas liquidaciones de dólares por parte de las exportadoras, esa meta parece tener más de ficción que de realidad.
En este momento existen tres razones para explicar el alza del dólar:
- La resistencia de los exportadores a liquidar divisas y de los principales productores a desprenderse de mercadería, especulando con que la moneda estadounidense seguirá con tendencia alcista.
- La flexibilidad del corralito. Desde que se liberó el tipo de cambio, hace dos meses, el drenaje de pesos desde los bancos alcanzó a 5 mil millones. Gran parte de ese dinero fue directamente a la compra de dólares.
- La compra de dólares por parte del “chiquitaje”. A principio de mes, luego de que se cobraron los salarios, la demanda de billetes sube, arrastrando al precio.