ESPECTáCULOS › JUAN CASTRO CAYO DE UN PRIMER PISO Y SE ENCUENTRA GRAVISIMO
El misterio de una caída al vacío
El conductor fue hallado en el patio de su edificio. Su vida está en riesgo. Una de las hipótesis es el intento de suicidio.
El conductor televisivo Juan Castro fue internado ayer a las 19.11 en el Hospital Fernández, con gravísimo traumatismo de cráneo y en estado de coma tras caer desde el primer piso de su departamento, en el barrio de Palermo, a un patio interno del edificio. La circunstancia en que ocurrió el hecho aún es desconocida. Además del traumatismo de cráneo, Castro presentaba fractura expuesta en su pierna izquierda. Inmediatamente de su ingreso al Fernández, le realizaron tres tomografías computadas, en las que se determinó la severidad de su lesión craneana. Alrededor de las 21, Castro era intervenido quirúrgicamente para extraer el hematoma. Según fuentes policiales, Castro se encontraba solo en su departamento, pero aún existen dudas sobre los motivos de su caída.
La falta de información sobre el hecho dio lugar a una serie de versiones no confirmadas. A última hora de anoche, la policía barajaba la hipótesis del intento de suicidio. De todos modos, esa hipótesis no coincidía con los comentarios de los allegados al conductor. “Unas horas antes estaba absolutamente compenetrado con su programa –señaló a Página/12 un productor del programa Kaos–, se había hecho unos chequeos médicos para viajar al exterior para hacer notas, estaba muy entusiasmado.”
Lo que se pudo confirmar es que pocos minutos antes de las siete de la tarde, Castro cayó desde el primer piso de su departamento, en la calle El Salvador 4753 del barrio de Palermo, a un patio interno del edificio. Fue el encargado del lugar quien vio el cuerpo tendido y llamó al Same. En pocos minutos, una ambulancia llegó al lugar. “A las 19.11 fue ingresado al Hospital Fernández –dijo a este diario Germán Fernández, director del Same– con un traumatismo gravísimo de cráneo.”
En la especialidad de emergentología se analiza el nivel de conciencia neurológica de un paciente mediante la conocida como escala de Glasgow. “La escala va de 0 a 15 –señaló Fernández–. Mide si habla o no, en qué forma lo hace, cuál es la apertura ocular, si es espontánea o no. Una persona en buenas condiciones se encuentra en 15 sobre 15. Castro, cuando ingresó al hospital se encontraba en 3/15. Esa medida indica que no abría los ojos, que no hablaba y que no tenía movimientos.”
Alrededor de las 21, la directora del Fernández, Liliana Voto, dio el único parte médico a los medios de prensa reunidos en la puerta del hospital. Allí señaló que “la situación es muy severa, estamos luchando por la vida del paciente. Después de ingresar al hospital, sin conocimiento, con traumatismo de cráneo severo y con fractura expuesta en su pierna izquierda, se compensó su caída de presión e inmediatamente se le realizaron tomografías que determinaron un hematoma subdural”. Voto aclaró que en ese preciso momento Castro había sido ingresado a la sala de cirugía donde era intervenido para intentar quitarle el hematoma craneano.
Entretanto, el subcomisario Rodolfo Cabezas, segundo jefe de la comisaría 25ª y a cargo de las pericias, confió que “por ahora barajamos la hipótesis del intento de suicidio”, aunque aclaró que hasta última hora de anoche tal hipótesis no era firme. Cabezas agregó que al momento del hecho el animador se encontraba “solo en su departamento y que el encargado del edificio fue quien lo acompañó en la ambulancia hasta el hospital”. Las pericias se realizaban por orden de la fiscal de instrucción 40, Estela Andrade de Segura.
De todos modos, algunos datos del caso aún dejaban dudas sobre el hecho. “Las heridas que sufrió no se condicen con la altura –reveló un investigador–. El golpe en la cabeza parece indicar que en la caída no tuvo el reflejo de anteponer los brazos o las manos, por lo que se puede deducir que cayó en estado de inconciencia o con incapacidad para reaccionar. Por ahora no se puede analizar si había consumido algún tipo de drogas porque lo prioritario es salvar su vida.”
El otro punto oscuro que aún no termina de cerrar la escena es la fractura expuesta en la pierna, según los especialistas señal de que el golpe inicial lo recibió con sus piernas, que debieron soportar todo elpeso del cuerpo. En caídas de altura, tras el choque se puede producir un rebote, lo que podría explicar el posterior traumatismo craneano. Pero en el caso de Castro, la altura no era tal como para producir ese efecto. O golpeó con su cabeza o con las piernas. Cualquiera de las dos posibilidades son ciertas, pero ninguna de las dos termina de explicar con certeza la otra lesión. Una hipótesis que hasta última hora de anoche resultaba algo descabellada por la falta de datos indicaba la posibilidad de que aún en el departamento, quizá cerca del ventanal, hubiera recibido un violento golpe en la cabeza que lo podría haber desplazado hacia el vacío, cayendo con sus piernas contra el piso de la planta baja. Pero todo esto es materia de peritos.