ESPECTáCULOS
PRIMERA PERSONA
En vacaciones devoré tres novelas del húngaro Sándor Márai: El último encuentro, Divorcio en Buda y La amante de Bolzano. Un novelista personalísimo, que me provocó un deslumbramiento que hacía mucho no me producía la ficción. Prohibido y olvidado en su patria durante el stalinismo, se suicidó en el exilio en 1989. Un narrador que fue capaz de revisar planteos de inusual hondura sobre los vaivenes, brillos, frustraciones e imposibles de las relaciones amorosas.