La polémica generada en Brasil por un episodio de abril de la serie estadounidense “Los Simpsons”, que se desarrolló en Río de Janeiro, alentó las ventas del merchandising de la familia en ese país. Según el director de la empresa responsable del licenciamiento de la marca Simpsons en Brasil, David Diesendruck, las ventas aumentaron expresivamente gracias a la sátira a la ciudad, que desató la ira de las autoridades cariocas, que amenazaron con pedir una reparación financiera a los responsables estadounidenses del programa. Diesendruck dijo que el mercado para los productos que exhiben las imágenes de los personajes de la serie en Brasil llega hoy al equivalente de casi ocho millones de dólares por año. “Esa cifra tiene todas las posibilidades de seguir creciendo, gracias a la polémica y al aumento de rating de la serie”, dijo.
Esas previsiones fueron confirmadas por el director comercial de la fábrica de medias Lupo, quien festeja el éxito de los productos con la marca Los Simpsons, lanzados en el mercado brasileño hace dos meses. “Pensé que no venderíamos los productos, pero ahora veo que ocurrió lo contrario: de los 250.000 pares de medias destinados al público infantojuvenil, 40.000 llevan la marca Los Simpsons”, dijo Valquirio Cabral. La polémica comenzó cuando un corresponsal de un diario brasileño anticipó, desde Estados Unidos, el contenido del capítulo de la discordia.
La posterior exhibición del episodio “Blame it on Lisa” (Echenle la culpa a Lisa), desató la ira del secretario de Turismo de Río de Janeiro, José Eduardo Guinle, quien amenazó con pedir una indemnización por los supuestos perjuicios causados por el programa, que consideró como “una sátira de mal gusto, agresiva, discriminatoria”. En el episodio, la familia Simpson viaja a Río para ubicar a un huérfano (Ronaldo) que solía escribirse con la pequeña Lisa. Durante su permanencia en la ciudad, Homero es secuestrado por un taxista y asaltado por niños de la calle cuando pasea por la playa. Su esposa Marge sufre acoso sexual por parte de un comisario, mientras la TV transmite un programa neoporno conducido por una animadora símil Xuxa. Otros elementos del programa: el idioma local es castellano, Bart Simpson es tragado por una boa, y las ratas compiten con los automóviles por el espacio en las calles.