ESPECTáCULOS › LOS 57 DE SANDRO
Viejo es el viento
El arrastre de Sandro no sabe de feriados: una multitud de un millar de personas se reunió ayer frente a su mansión de Banfield para saludarlo, en su cumpleaños 57. El mítico cantante apareció en una de las puertas de su vivienda, rodeada de altas paredes, a las 17, como había prometido, para agradecer a su grey. “Quisiera agradecer tres cosas: primero a Dios que me permitió llegar a este día, segundo a mi familia que estuvo a mi lado para hacer posible este momento, y tercero a este regalo –señalando a su legión de fans– que es invalorable”, dijo, micrófono en mano, ataviado con saco negro y remera roja. “Quiero que sepan que están en cada latido de mi corazón”, agregó Sandro, antes de invitar a los periodistas y algunos fans a pasar a su mansión, ubica en Beruti al 200, de la localidad bonaerense de Banfield. Centenares de incondicionales habían esperado durante horas y algunas durante días (se instalaron con una carpa cerca del lugar) el momento del saludo. Las más cándidas de las fans dejaron en los accesos a la casa tortas y ositos.