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- Jairo: “Lo conocí personalmente a raíz del trabajo del Diario del regreso, que hicimos junto a Oscar Cardoso Ocampo. Estuvimos grabando durante un año y medio, lentamente porque esa era la forma de trabajar de Oscar Cardoso Ocampo. Cuando llegamos a Cuba a hacer la presentación de la obra, en Santa Clara, lo primero que hizo Hamlet fue ir a visitar antes que nadie el mausoleo del Che, que ellos llaman el Memorial Guevara. El decía que cuando componía esa obra las palabras le salían de un tirón, como si se las estuvieran dictando. Me contó que cuando llegó al lugar estaba completamente solo delante de la tumba del Che, y se dijo para él y en voz alta: “¿Por qué yo?”. Eso me impresionó mucho.”.
- Manolo Juárez: “No sólo fue un gran poeta, sino también un notable impulsor de las nuevas expresiones en el folklore argentino, de las que el fue uno de los fundadores, junto a Armando Tejada Gómez, Ariel Petrocelli, Chango Farías Gómez y Eduardo Lagos. En los casi treinta años que duró nuestra amistad, pude constatar el accionar de un hombre preocupado por los diversos problemas sociales ocupado en encontrar formas de solucionarlos. Hamlet jamás negó su colaboración literaria a aquellos músicos que tomaban el folklore como un acto de fe. Le caben las palabras que alguna vez alguien dijo al enterarse de la muerte de Jobin: “El no se murió, se fue de gira”.
- Jaime Torres: “Era un militante de la cultura. Mas allá de que no coincidimos en una cantidad de cosas (hemos discutido por temas relacionados con Sadaic, por cuestiones políticas), lo bueno era que con él se podía disentir y llegar a una etapa superadora. Creo que este respeto era el que nos unía en la amistad. Cuando grabamos en mi último disco “La amanecida”, con Diego Arnedo (el hijo de Mario Arnedo Gallo) y con la voz de Ricardo Mollo, Hamlet se enloqueció.”.
- Marian Farías Gómez: “Era muy amigo de mis padres, en ese entonces vivíamos en una casa en San Isidro. Venía y se quedaba semanas enteras. Ahí fue que compuso con Arnedo Gallo “La amanecida”, en una de esas noches interminables. Creo que yo fui la primera en cantarla, con los Huanca Hua. En mi carrera, Hamlet fue fundamental. Junto a los Hermanos Abalos y Atahualpa Yupanqui me marcó el camino. Ahora sé que él está mejor, pero su ausencia me duele, porque forma parte de mi vida. Hamlet sorprendía, porque podía pensarse que un combativo como él tenía que ser un duro, pero era de una inmensa ternura”.
- Oscar Alem: “Nos conocimos hace más de 30 años, cuando hicimos nuestra primera obra en conjunto, la suite sureña “La pampa verde”. Fue el poeta con que más temas compuse. Teníamos varios proyectos pendientes, hasta que a él se le ocurrió hacer lo que hizo, que está muy mal. Además de un compañero de ruta en lo artístico, fue un gran amigo, Eso es lo que perdura en mi recuerdo”.