ESPECTáCULOS

Internet, un universo aparte para los que buscan contrainformación

 Por Julián Gorodischer

Parece la crítica más contundente que se haya formulado a las cadenas de televisión estadounidenses y llega, como era de esperar, desde un weblog (página personal), allí donde no funcionan los filtros ni la censura, donde la mirada propia reemplaza a la versión oficial. Alguien apodado Caspa decidió que las palabras (crónicas, manifiestos, hasta poemas) no alcanzan para denunciar el entertainment bélico, y apeló a sus carteles, que pueden verse en miniatura o en tamaño poster. Es una especie de “Proyecto cartele” –una obra con fotos casuales de un grupo de argentinos– creado para la red, pero al que se dará aplicación empírica. Sus responsables prevén cubrir las calles de Nueva York y Washington con estas consignas, que incluyen imágenes como la cabeza de George W. Bush dibujada en signo pesos o el retrato de un bebé con la leyenda sobreimpresa “Daño colateral”. El creativo encontró la clave del alto impacto, la estética publicitaria: dibujos gruesos y frases cortas para ejercer una denuncia contra la TV. Se dice:
¿Estás disfrutando del programa?; destrucción no es entretenimiento. Apagala, y abrí los ojos (en www.warminiaturegigantic.com/gallery).
Lo que sigue es la imagen de la devastación tras un bombardeo, pero enmarcada en la pantalla de CNN. En todos los casos, warminiature... elige el escape por la tangente. Si cientos de weblogs apuntan sus dardos a la Casa Blanca, aquí se verá una cruzada contra los controles sobre la información. Si el tono de otros weblogs (ya un género en sí mismo) es informativo, jurídico, grave, warminiature... se desplaza al territorio del eslogan. ¿Creés en los Estados Unidos?, dice en un cartel sobreimpreso en unos avioncitos de papel. “Frágil”, se lee sobre el mapa desdibujado de Irak. En uno de los más extremos, se ve el frente de un Krematorium nazi, y el texto: “La historia no se repite. Nosotros repetimos la historia”. La galería exige un recorrido demorado; los carteles fueron ideados no sólo como una intervención política sino también como manifestación artística de hacedor anónimo, como si la ocasión histórica borrara la figura del autor y recreara la fantasía de la libre circulación. Tal vez, la aparición de warminiature..., sólo se entienda en el contexto de las incontables “impresiones desde el frente”, con efecto de saturación y necesidad de voces originales. Esto es otra cosa, y el hacedor se enorgullece. “Cuarenta mil visitas diarias”, se lee en un apartado. La carrera de los weblogs comenzó, y el éxito se mide según “incidencia”.
¡Sepa cómo tener la mejor información sin perder tiempo!; una guía completa por interesantísimos weblogs... (en www.otromas.blogspot.com).
Carlos, a secas, compila weblogs sobre la guerra; ha nacido el clasificador. La aparición del catálogo sólo es entendible si se asume la certeza: la guerra ha producido la mayor explosión de páginas personales que se recuerde en los últimos años. Y lo que es más significativo: ahora esa información es esencial para tener una alternativa a la versión filtrada por el Pentágono. Si la web suele asociarse a la “abundancia con ruido”, esta vez Carlos pretende organizar el recorrido informativo, con una vocación de servicio que se agradece. El de este cibernauta es un mercado de opciones que no se agota: en su listado, figuran desde el último juego sobre la guerra hasta un gráfico que especifica las posiciones de cada país en el conflicto. Destaca los sitios de diarios que mejor informan y releva las imágenes de las protestas universales en contra de la guerra. Señala las diferencias entre los weblogs de enviados e iraquíes y clasifica las posiciones editoriales de los opinadores. Amante de los superlativos, Carlos encabeza sus recomendaciones siempre del mismo modo: “Interesantísimo weblog...”.
De las fábricas está saliendo una espléndida generación de armas nucleares (en www.neurosistotal.blogspot.com) Curiosidades del weblog: a veces se aferra a la literatura como forma de catarsis o de predicción. Este sitio se encarga de compilar citas de autores célebres, desde la que se reproduce de Confesiones de un terrorista, de John Le Carré, hasta extractos de Jacques Lacan o Michel Houllebecq. Para ser incluida, la cita debe referirse a la guerra, pero no necesariamente a esta guerra, aunque a veces su valor predictivo es sorprendente. Y si no, basta leer la de Le Carré, escrita antes del conflicto pero de aplicación directa a los sucesos de Irak. “El 88 por ciento de los norteamericanos quiere la guerra”, sigue la cita, que satisface la expectativa del weblog: pensar la guerra desde la ficción o la teoría. Más curiosidades: ya hay weblogs que apoyan la liberación de otros weblogs. La red es infinita y genera desprendimientos, subgéneros de la información que sólo existen para reclamar el libre acceso a la información. En www.whereisrael.com o en www.allbrittonsthrue.com se reclama la restitución de los diarios del ciudadano iraquí Salam Pax o el periodista Chris Allbritton. Como parte de una cadena de silenciados, testimonio de la censura oficial o la labor del hacker, algunos de estos weblogs liberadores también fueron bloqueados.
Derrocar a Saddam es fácil, lo complicado viene después (en www.idleworm.com o www.desertcombat.com).
Contrariamente a lo que se esperaba (una avalancha belicista y/o nacionalista), muchas páginas de videojuegos asumieron una voz crítica, imaginando el paisaje de la devastación. El partido comienza con la rápida caída de Bagdad, pero lejos de continuar como el exitoso avance aliado, el panorama cibernético prevé un ataque con carbunclo contra Israel, un ataque nuclear en represalia, una revuelta en Arabia Saudita, y un golpe de estado kurdo en el norte de Irak. También hay alzamientos antiestadounidenses en Egipto, Jordania, Líbano, Siria y Pakistán, que llevan finalmente a que se trafique con cabezas nucleares con grupos de rebeldes. “Esta es una proyección del resultado más probable de una nueva guerra en el golfo”, explica Dertmont O’Connor, el creador del juego. Cualquiera sea el talento del jugador, el resultado siempre será el peor: la destrucción del planeta, indetenible por la cantidad de frentes de conflicto que se abren en Medio Oriente tras la caída de Saddam. “No tenía sentido –dice O’Connor, añadiendo el factor concientizador– dar a las personas la idea de que podían evitar lo peor.” El juego se volvió tan popular que es utilizado en las protestas pacifistas. En una reciente, los manifestantes entregaron a Bush, en la Casa Blanca, una consola y un controlador de juego, acompañados de la enorme bandera: “Diviértete con esto. Será mejor para todos”.

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