ESPECTáCULOS
“Esas cosas son mías”
“Los reality shows siempre demuestran que incluso se apela a un poder judicial que debería tener la televisión, porque, si es la realidad, debería tenerlo. Y tiene pruebas de que es posible que lo tenga: en uno de los programas más serios, el de Mariano Grondona, cuando entrevistó a la cuñada del Presidente acusada de lavar dólares. ¿Cómo no hay que creer que hay otra justicia, que juzga según los sentimientos más íntimos? Frente a esto hay que preservar las perversiones y los vicios, hipócritamente, porque es lo único que nos queda para sentirnos únicos, para poder decirnos esas cosas son mías, aunque uno las niegue bajo la tortura de psicólogas, censistas, entrevistadoras de la televisión, reuniones de padres, consejos vecinales, y hasta de los seres más queridos, porque en cualquier momento lo hacen público y los secretos empiezan a circular entre carcajadas.” (“Yendo de la tele al living”, del capítulo homónimo.)