ESPECTáCULOS › LA DESPEDIDA
No lo soportó
A las 2.30 de la madrugada de ayer, después de dos días y medio de agonía, Juan Castro falleció en el Hospital Fernández. Alrededor de las 4 de la madrugada, tras comunicarse con la familia del conductor, los médicos que lo atendían leyeron a los medios un comunicado en el que explicaban los motivos del deceso: “Sufrió un cuadro de disfunción orgánica múltiple” que derivó en un paro cardíaco. El cuerpo de Castro fue entregado a su familia alrededor del mediodía, tras realizarse una autopsia en la Morgue Judicial. La familia decidió la cremación del cuerpo, pero una orden judicial dispuso que momentáneamente sea inhumado. Alrededor de las 16, unas doscientas personas, entre familiares y amigos, acompañaron el ataúd hasta la galería 18 del cementerio de la Chacarita, donde permanecerá hasta nueva orden judicial. La Justicia está convencida de que se trató de un suicidio. Entretanto, diferentes versiones intentaban explicar los motivos por los que Castro había tomado esa decisión.
El jefe de la guardia del Fernández, Roberto Livingston, acompañado por el doctor Trevigliano, a cargo de la terapia intensiva, cerca de las cuatro de la madrugada informaron que Castro había fallecido a las 2.30. “Tenemos la penosa misión de comunicarles que Juan falleció hace un ratito –dijo Livingston– por el traumatismo grave que tenía y las complicaciones que surgieron.” Los médicos señalaron que previamente habían informado a los familiares.
Luego se refirieron a “una suma de factores” como motivo del desenlace. Ya el último parte médico de la noche del jueves indicaba que la situación de Castro había empeorado aún más por insuficiencia renal. Livingston agregó que era imposible adjudicar el deceso a una sola causa. “Fue un enfermo grave –señaló el médico– desde su ingreso al hospital; siempre se habló de estado grave y pronóstico reservado.”
Entretanto, Trevigliano sostuvo que “el paciente, por razones médicas, no es donante de órganos. El tenía voluntad de donar, pero las complicaciones médicas que tuvo no lo permiten”. Trevigliano luego sostuvo que esas complicaciones forman parte del “secreto médico y queda entre nosotros y el paciente”. El comentario desató una serie de versiones. Este diario consultó en la dirección del hospital, donde negaron tener posición al respecto: “No sabemos nada de eso –señaló una fuente de la dirección–. Nunca se habló en el hospital sobre la donación o no donación. Nosotros sólo nos dedicamos a trabajar por su vida”.
Por su parte, la fiscal Estela Andrades de Segura sostiene la hipótesis del suicidio y modificó la calificación del hecho: de “tentativa de suicidio” pasó a “averiguación por suicidio”. “No hay nada que indique que no haya sido suicidio”, señaló una fuente judicial. La misma fuente sostuvo que se ordenarían nuevas medidas de prueba que terminarían por confirmar la hipótesis. Pero la Justicia impidió que la familia dispusiera la cremación del cuerpo.
Tras derivar el cadáver a la Morgue Judicial, donde se practicó una autopsia, al mediodía el cuerpo de Juan Castro ya estaba a disposición de su familia. Alrededor de las cuatro de la tarde, unas 200 personas, amigos y familiares, acompañaron el ataúd hasta la galería 18 del cementerio de la Chacarita, donde permanecerá hasta que la Justicia habilite la cremación.