“Lo que hizo Kirchner en la ESMA fue superjugado. Me emocioné cuando escuché que pasaban mi versión del himno. Y es lógico que la generación que está en el Gobierno se sienta más representada por mí que por otro. Es más, ahora me voy a hacer Harekirchner”, dijo Charly García a Página/12, quien hoy cerrará las celebraciones del 25 de Mayo con su singular versión del Himno Nacional.
–¿Sólo el himno o alguna sorpresa? Porque sabemos que trae de Chile a todos los integrantes de su banda.
–Voy a tocar el himno y lo voy a hacer lo más fuerte que pueda. Y vienen todos para tocar así el himno como corresponde. Porque yo hago las cosas como corresponde. Además: ¿más sorpresa que yo tocando el Himno Nacional?
–Que usted toque el himno ya no es sorpresa, porque está anunciado...
–Ah, tiene razón. A ver, a ver.... ya sé: entonces por ahí no voy y los sorprendo a todos (se ríe)... no, no... ojo, que no se asuste “K”, que voy a ir. Ahí voy a estar.
–¿Significó algo en particular que lo invite Kirchner?
–Personalmente lo tomo como una victoria porque yo que crecí con Videla, ahora le canto el Himno en la Plaza y él está encerrado en la casa. Y además le bajaron el retrato a Dorian. Y a nivel paisístico, del país, me parece que significa que una generación trata de insertarse, de cambiar la historia. Creo que la generación que está en el Gobierno ahora está influida por mí, y es lógico que se sienta más representado por ese himno que por un himno tocado por cualquiera.
–¿Sabía que el Gobierno iba a utilizar su himno en la apertura del acto de la ESMA?
–A mí me encantó que lo hayan utilizado. Yo en un momento estuve a punto de ir a la ESMA.
–¿Lo invitaron?
–Ni. Ni sí ni no. No importa eso. Podría haber ido si quería, pero estaba medio agazapado ese día. No sé. De todos modos, ver en una revista cómo descolgaban el cuadro de Videla y abajo que diga “demoliendo hoteles”, o whatever, es reconfortante. Me hace sentir como cuando le dije a algún general: “Yo te puse la quinta columna en tu casa porque tu hija es fan mía, cagaste” (se ríe a carcajadas).
–Otra victoria suya...
–Yo, si quiero, mañana puedo decir a la gente que vaya a la casa de Videla y lo queme. ¿Se da cuenta del poder de Internet del inconsciente colectivo? Ojo al piojo. Eso me gustó de otro ex que teníamos, que se puso el brazalete. Ese enseguida se dio cuenta de eso. Y este que está ahora también. Es un tipo muy amable.
–¿Qué hablaron con Kirchner?
–Me pidió un autógrafo... (risas) No, no. Nos sacamos una foto y dijo que estaba agradecido, que un poco la idea de él era que el 25 de Mayo se festeje como una fecha patria querible y no como pa pa pa, pa pa pa. En fin, Kirchner me cayó muy bien.
–¿Dónde lo recibió? ¿En la Rosada, en Olivos?
–Noooooooo. En un puticlub (carcajadas). No, en serio, fue en la Casa de Gobierno. Todo bien. Todo bien.
–¿Tuvo una recepción distinta o fue lo mismo que en la época de Menem?
–La Rosada está igual, lo que cambió es el Presidente (se ríe). Yo boludo no soy. Y mi acercamiento es un poco más que cholulo. Pienso que puedo hacer algún bien, que tengo in-flu-en-cia, y por eso estoy cerca de la Rosada. Ahora me voy a hacer Harekirchner.
–¿Eso quiere decir que piensa que lo que hizo Menem está mal?
–Mirá... los amigos se cotizan en las buenas y en las malas. Méndez, sin ser un gran amigo mío, no cambia por ser o dejar de ser presidente, si no lo mío sería de chupamedias. Y eso yo no soy. Es más, le mostré a Kirchner la foto que me hice con Méndez, cuando tenía puesto el brazalete.Y se cagó de risa. Y eso también habla bien de Kirchner. Bueno, ya está, me tengo que ir, chau.