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Si hay una imagen que caracteriza al verano 2005, de alto impacto, es la de Sofía Gala en un desnudo frontal, apenas cubierta en las partes por una vagina gigante que, según la trama de la obra Yo chancho y glamoroso, actuada, guionada y producida por Fernando Peña, le creció por congregarse allí tantas miradas de hombres.
- La primicia (del fotógrafo Andrés Steppani, de Semanario) sigue sin equiparar a las “bombas” de veranos anteriores: el desnudo de Sofía está marcado por guión y se repite de jueves a domingo: ¡así no cotiza! Crece, sin embargo, con las declaraciones de la nínfula. “Pensé que la sociedad estaba más evolucionada para recibir esto”, dijo ella y alimentó horas y más horas en programas de chimentos.
- Lideran en punta, ante la falta de divorcios, peleas, guerras e infidelidades, los romances lésbicos armados entre las chicas de la obra Diferente o el más reciente entre Iliana Calabró y Jessica Cirio en Carlos Paz, con Terminéstor 5. Ante la lente de Javier Moreno, de Paparazzi, ellas entregan el beso y el manoseo, pero después recorren la tele de las tardes para admitir que todo se trataba de “un jueguito”. La primicia resta puntos, cada vez que la vedette da El Paso en Falso.
- Excepción entre el mar de fotos arregladas y producciones de marcas, la foto robada de Nicolás Cabré con novia promotora reúne varios requisitos para ser una pegada: recupera el cuento del famoso y una plebeya, ambos lindos y bronceados. Pero (¡lamentable!) están muy mansos en plena Playa Grande, allí donde es fácil pescarlos y multiplicarse en una decena de tapas de revista. El mérito de Quique de Benito, el paparazzo de Pronto, está en el plano medio de Nico mirando a la lente enfurecido como a punto de pegar la trompada. Donde hay un famoso en ataque de nervios, ¡hay nota! El plano triste de Agustina Cherri, en un aparte, completa la hazaña.
- Luciana, María Eugenia... En Pronto y Semanario, Luciana Salazar y María Eugenia Ritó ofrecen sendos topless. Pero las producciones las exhiben gustosas de “pelar a cámara”, en actitud desinhibida para vender, con fondo de parador o estudio ad hoc. ¡Eso no sirve! El paparazzo explica que para que el topless venda deberá tener el encanto del hecho contra voluntad, el morbo de la primera vez, el fondito de paraje o playa muuuuuuuy alejada. Pero, en 2005, el panorama de tetonas no se renueva, y ya nadie creería a María Eugenia un enojo por haber sido pescada. Una foto posada sirve, apenas, para ilustrar una doble página interna. Adiós a la portada.
- El devaluado emblema de la temporada es la foto de Julieta Prandi huyendo con un nuevo affaire por la ruta rumbo a Gesell. Tiene el valor agregado del ingreso a un hotel sólo por una noche (con tufillo a uso transitorio), la fuga, el plano robado y el relato de la hazaña para complementar. “La esperamos ocho horas bajo el sol rajante”, recuerda Diego Omar, de Paparazzi. “Dormimos en el auto, nos tiramos detrás de las dunas.” ¿Misión cumplida? “En un año normal, eso no es tapa”, confiesa.
- La aridez de primicias es de tal magnitud que baja la exigencia. Con tener una foto robada alcanza y no importa si es una de Caramelito Carrizo, vestida, corriendo por la orilla, según se vio en Semanario. ¿Por qué es mejor tener a Caramelito en jogging que a la Ritó desnuda? “Es obvio –dice el paparazzo–. Una quería y la otra no.”
- La figuretti inunda las vidrieras y páginas de revistas posando junto a la gaseosa, el celular o la zapatilla, con cachet o chivo a tal fin. Denise Dumas, de la obra El fondo puede esperar, encabeza el ranking catalogada por el paparazzo como el “standard total”: rubia, lavada, flaca, sonriente: infaltable.
- Juanita Viale con nuevo “amigo”: la primicia de Semanario es válida en tanto se ocupa de una figurita difícil que llegó a imponer por norma judicial una veda fotográfica sobre su hija. Tiene, además, el encanto de la elección de un plebeyo como compañía, pero decae porque no se alcanzó adarle un nombre propio al partenaire, ni a ubicarlo en fondito veraniego de playa, bosque o pileta. Aquí hay apenas un muro con grafitti.
- Soldán con otra rubia: el fotógrafo de Paparazzi armó el ardid de la foto robada. El ex de Süller aparece “cazado” borrosamente en un auto en la ruta a Villa Carlos Paz, en una toma que consiguió el beso y la mano asomada al escote de una rubia más joven que Giselle. Conspira en contra del trabajo (sin importar si está arreglado) su localización geográfica. “Carlos Paz no provee foto-emblema”, dice Sebastián Rizzi, empleado por un parador marplatense. “La segunda línea es pan para hoy...”.
- Leticia embarazada: ¡la tienen todos! Salió publicada en Caras, Pronto, Semanario y Paparazzi. ¿Por qué no rinde? No es exclusiva, ni marca una panza prominente. No la cazaron con el supuesto padre de la criatura (Alan Faena), ni con expresión beata que aliente a la figura maternal. Conclusión: ¡la primicia de 2005 sigue haciéndose esperar!