[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Este es un movimiento del teatro independiente en su conjunto y no únicamente una movida de los dueños de salas”, afirma el actor Norberto Gonzalo, director de La Máscara y secretario general de la Asociación Argentina de Actores, que participa a nivel de institución: “Casi el 80 por ciento de los actores agremiados está vinculado al teatro y los dueños de salas son, muchos de ellos, actores y directores y no empresarios comunes”, apunta Gonzalo, quien destaca, además, que las asambleas por los temas de seguridad y habilitación comenzaron antes de que se produjeran las clausuras de Belisario y Concert. “Es el caso de Artei (Asociación Argentina de Teatros Independientes) –ejemplifica–, que tomó la iniciativa, incluso antes de la desgracia de Cromañón.” Como otros colegas, apunta a los escollos burocráticos: “Uno sentía que en estos trámites perdía tiempo”, cuenta. “No podemos desconocer que ese desgaste forma parte de nuestra realidad, y lamentablemente terminamos aceptándolo.” Ante la emergencia, y entre plenarios y asambleas, se votó el estado de alerta permanente. “No queremos estar al margen de las normas de seguridad, pero pedimos que no se nos dé el mismo tratamiento que a los espacios en los que se encienden bengalas”, puntualiza. “Por ahora, hallamos receptividad en el secretario y sus colaboradores; hasta ofrecieron subsidios por un millón y medio de pesos para cubrir las nuevas necesidades que surjan a partir de una nueva normativa.” Los artistas se han agrupado a su vez en dos comisiones, una general de 24 integrantes y otra menos numerosa, encargada de dialogar con los funcionarios. Entre los que participan de esta última figuran el mismo Gonzalo, Yeni, Szuchmacher, Roxana Grinstein y Roberto Castro (de El Portón de Sánchez); Ricardo Bartís (Sportivo Teatral), Norma Montenegro (Del Abasto) y Rubén Santagada (La Fábula). “Estamos trabajando por una ordenanza englobadora y nos concentramos también en el aspecto jurídico”, adelanta Gonzalo. “Decidimos por unanimidad presentar un recurso de amparo colectivo como una alternativa de previsión por vía judicial.”