Miércoles, 8 de mayo de 2013 | Hoy
LA VENTANA › MEDIOS Y COMUNICACIóN
Según Diego Vesciunas, a partir de la convergencia y la multimedialidad los Estados están en condiciones de redefinir su utilización de la comunicación, para dar lugar a mayores espacios de participación y creatividad por parte de los ciudadanos.
Por Diego Vesciunas *
La convergencia de medios, tan en boga en estos últimos años, podría resumirse como la conjunción de tres industrias: informática, telecomunicaciones y de contenidos. Su aparición y posterior vigencia comenzaron a generar un fuerte cambio en las formas de consumo, almacenamiento, producción y circulación de información. Hoy, con un único dispositivo móvil, es posible consumir y producir cualquier tipo de material audiovisual. La convergencia resulta entonces, además de un fenómeno económico y tecnológico, un proceso cultural y transmediático capaz de trastrocar nuestras prácticas sociales. Los Estados pueden tomar nota de las características e impactos de estos cambios para impulsar estrategias que potencien su posible vinculación con la ciudadanía.
En el caso específico de la instalación de una temática en la agenda pública, es necesario que redefinan las acciones impulsadas hasta hoy: campañas obsoletas que desestiman al ciudadano y pierden terreno frente a la intervención mediática. Las campañas de concientización o sensibilización sobre un tema particular necesitan contemplar los pareceres de la sociedad civil. Estas ya no pueden construir un ciudadano aquietado y expectante, sino que deben perfilar uno inquieto, activo y capaz de complementar el contenido producido. Los códigos de interpelación también constituyen un elemento a redefinir por parte del sector público. Requieren un relevamiento y análisis de lo que los formatos multimediales están generando en relación con conceptos, expresiones, sentidos de pertenencia, nuevas identidades, nuevos tipos de participación, demandas ciudadanas que circulan en nuevos espacios, etcétera.
El Estado puede instalar temáticas, por ejemplo, a través de las redes sociales. En ellas se suceden fuertes discusiones sobre temáticas vinculadas con el ser ciudadano. Y, muchas veces, dichos intercambios se generan sobre la base de issues impuestos mediáticamente (inseguridad, inflación, etc.), bajo intereses y tiempos que no se corresponden con las complejidades de los mismos. Por eso resulta importante analizar las oportunidades que la interactividad, la multimedialidad y la velocidad de distribución ofrecen para instalarlos.
En relación con la interactividad, la creación de un perfil en una red social puede generar una fuerte humanización del Estado. Esto es, una mayor cercanía con el ciudadano desde una faceta desburocratizada y centrada en el intercambio. Existen, actualmente, varios antecedentes interesantes: Aerolíneas Argentinas (@Aerolineas_AR, www.facebook.com/Aerolineas.argentinas), Presidencia de la Nación (@casarosadaar, www.facebook.com/casarosadaargentina), Anses (@ansesgob, www.facebook.com/ ANSES), Ministerio de Planificación Federal, Inversión, Pública y Servicios (@minplan, www.facebook.com/minplan), etcétera.
En relación con la multimedialidad, el desafío es crear plataformas que permitan un contacto ameno y recíproco con el ciudadano. Conformar un espacio en donde este último sea convocado para desasnarse, pero también para crear y sugerir alternativas con respecto a la información que se ofrece, pudiendo recoger inquietudes que colaboren en la instalación de futuros temas. En este sentido, la página www.proyectowalsh.com.ar, creada por Alvaro Liuzzi y Vanina Berghella, presenta una interesante interrelación con las diferentes redes sociales que brindan un contexto de fuerte socialidad alrededor de la plataforma. El objetivo aquí es rectificar al Estado como promotor de iniciativas verticales de contacto con el ciudadano basadas solo en la instrucción.
En relación con la distribución, es posible pensar un proceso de difusión y sensibilización abarcativos. La convergencia brinda la posibilidad de instalar viralmente la temática con velocidades inusitadas. A partir de la simultaneidad, permite poner en marcha el proceso rápidamente y en diferentes territorios. La conformación de un canal en YouTube puede colaborar en este sentido (algunos ejemplos, Aerolíneas Argentinas: www.youtube.com/user/AerolineasAR, ANSES: www.youtube.com/ansesgob).
En definitiva, los Estados están en condiciones de redefinir su utilización de la comunicación. La verticalidad, la subestimación del ciudadano y la exclusiva atención de consultas deberían dar paso a la horizontalidad en la constitución de información de trascendencia pública, promoviendo un ciudadano activo en la discusión sobre temáticas que nunca dejaron de involucrarlo directamente.
* Docente de Políticas y Planificación de la Comunicación (UBA).
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