“Al principio no nos dábamos cuenta de lo que ocurría, creíamos que todo se movía por causa del viento, pero luego entendimos la magnitud de lo ocurrido. Desde el barco podíamos ver cómo se sacudían los edificios y los postes de luz, que parecían de goma. Me puse a rezar y lo único que quería era volver y reencontrarme con mis seres queridos. Yo nací de nuevo.”

(De Franco Carrizo, un tucumano que viajó por trabajo a Japón y viajaba en bote cerca de Tokio cuando ocurrió el terremoto. Ayer volvió a su provincia.)