PSICOLOGíA
“Todavía me estremezco”
Por I. M.
“Recuerdo el contacto de su mano debajo de mis ropas, avanzando firme y decidida cada vez más abajo. Recuerdo que yo esperaba que se detuviese de una vez, que me iba poniendo más tensa, que me retorcía a medida que la mano iba aproximándose a mis partes más íntimas. Pero no se detuvo. Su mano exploró también mis partes más íntimas. Recuerdo que me sentí ofendida, que no me gustó. ¿Cuál es la palabra para un sentimiento tan callado y conflictivo?” Con estas palabras, cuya publicación sólo autorizó para después de su muerte, la escritora inglesa Virginia Woolf describe el abuso sexual sufrido cuando tenía seis años. El abusador había sido Gerald, su medio hermano, de diecisiete años, es decir once mayor que ella. Víctima de su antigua depresión, Virginia Woolf se suicidó en la primavera inglesa de 1941. Dos meses antes le escribía a una amiga:
“Todavía me estremezco de vergüenza al recordar a mi hermano explorando mis partes más íntimas”.
En Ellas no saben lo que dicen. Virginia Woolf y la femineidad, la psicoanalista francesa Maud Mannoni afirma: “Virginia Woolf encarna, como la rebelión de la histérica, el drama existencial de la mujer”. Mannoni nos ayuda a descubrir que la denuncia sarcástica de las costumbres victorianas, del modelo patriarcal y de la ideología fascista, con su glorificación exclusiva de la madre, se alimenta, en Virginia Woolf, de un diálogo y de un debate con el pensamiento de Freud y de Melanie Klein.