SOCIEDAD
Un ex miembro de las Brigadas Rojas, detenido en Buenos Aires
Tenía pedido de captura desde 1996. Viajó en moto por varios países latinoamericanos. Fue detenido en una playa de estacionamiento.
Leonardo Bertulazzi, italiano, de 51 años, supo ser uno de los líderes de las Brigadas Rojas. Desde 1996, tiene pedido de captura de la Justicia italiana. Lejos de las acciones guerrilleras, el hombre se dedicó, en los últimos años, a recorrer el mundo en una moto, junto a su pareja, una médica alemana. Ayer, fue detenido en Buenos Aires, en una playa de estacionamiento del barrio de Constitución, donde guardaba su moto de gran cilindrada, con patente de la república de El Salvador, con la que había entrado a la Argentina hace casi seis meses. Quedó a disposición del juez federal Claudio Bonadío, quien deberá resolver un pedido de extradición.
La captura de Bertulazzi fue ordenada por las fiscalías de Génova y Roma, según confirmó una fuente de la División Interpol de la Policía Federal, que estuvo a cargo de la detención, junto con la Unidad de Investigaciones Antiterroristas de esa fuerza. El detenido está acusado de los delitos de “secuestro de persona, asociación ilícita, pertenencia a una banda armada y falsificación de documento”, aseguró la fuente.
Bertulazzi fue detenido en la playa cubierta de Pedro Echagüe 1454, donde guardaba su moto Honda 750, con patente de El Salvador. La identificación del vehículo fue el dato que permitió a la policía lograr la detención. “De hecho, no pudimos descubrir dónde estaba viviendo. Bastó con esperar a que fuera a retirar su vehículo”, relató la fuente de Interpol a Página/12.
El ex dirigente de las Brigadas Rojas –según la policía, fue jefe de logística del grupo guerrillero– no opuso resistencia a su detención. No estaba armado ni se le secuestró ningún elemento que lo vincule, en la actualidad, a alguna actividad terrorista. El documento que lo identificaba era el pasaporte de su propio hermano, Alberto Bertulazzi. Su aspecto tampoco había cambiado demasiado de las fotos distribuidas por Interpol: sólo estaba algo más canoso, con la barba más recortada y con anteojos. Lo acompañaba su pareja, la médica alemana Bettina Kopke, quien quedó demorada y probablemente recupere hoy su libertad.
“Vamos a tratar de saber si este hombre estaba aquí buscando protección o por otros motivos”, aseguró un oficial de Interpol. Una vez apresado, Bertulazzi fue trasladado a la sede de la Brigada Antiterrorista de la Policía Federal, en Cavia y Figueroa Alcorta, y quedó a disposición de Bonadío. El magistrado entenderá de aquí en adelante en una causa donde se planteará la extradición del acusado.
Las órdenes de capturas internacionales datan de los años 1996, 1997 y 2000. Interpol venía siguiendo sus pasos, sin éxito, desde que Bertulazzi salió de El Salvador, con su mujer, a bordo de su moto. Se sabe que su último destino fue Chile, desde donde ingresó a la Argentina, probablemente por San Carlos de Bariloche. Se desconoce, en cambio, desde cuándo la pareja se encontraba en Buenos Aires.
La última comunicación de Interpol, desde Roma, llegó hace diez días. “Identificado el vehículo en que se desplazaba y el lugar donde lo guardaba, sólo hubo que esperar el momento en que lo fuera a retirar. El resultado de la vigilancia fue positivo”, relató la fuente de Interpol. El departamento en el que se alojaba no había sido allanado, hasta anoche.
Las Brigadas Rojas, una organización de guerrilla urbana fundada en 1970, tuvo su pico de acciones terroristas en las décadas del ‘70 y ‘80. Su golpe más notorio fue el secuestro y asesinato del ex primer ministro italiano Aldo Moro. Hasta entonces, en diferentes atentados, había matado a 15 personas, entre magistrados, periodistas y policías. Pero el grupo fue desbaratado a fines de los ‘80. Algunas acciones cometidas en los últimos dos años fueron atribuidas a las Brigadas o, al menos, a algún remanente de la organización.