Sábado, 20 de febrero de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › LA JUSTICIA DICTó LA FALTA DE MéRITO PARA EDUARDO VáZQUEZ
El juez Daffis Niklisson consideró que no hay pruebas para procesarlo por la supuesta tentativa de homicidio de su esposa, pero tampoco hay elementos para sobreseerlo. Wanda Taddei pasó ayer “el peor momento” desde que está internada.
Por Emilio Ruchansky
Tras estudiar la causa durante tres días, tomar testimonios y recibir el resultado de varias pericias, el juez de instrucción Eduardo Daffis Niklisson ordenó ayer la “inmediata libertad” de Eduardo Vázquez, el baterista de Callejeros que estaba acusado de intentar asesinar a su esposa. En su resolución, el magistrado sostuvo que las pruebas colectadas “no permiten construir una versión distinta a la brindada por Vázquez”; sin embargo, tampoco bastan para desvincularlo del sumario penal. Nada impediría que el músico vuelva a vivir en su casa de Mataderos, donde tuvo una trágica discusión con Wanda Taddei el 10 de febrero. Ella terminó con la mitad del cuerpo con quemaduras intermedias y graves, él con las manos y los brazos quemados superficialmente. Ayer, la mujer pasó, según el parte médico, “el peor momento” desde que está internada en el Instituto del Quemado.
El juez que decidió liberarlo había rechazado su excarcelación el martes pasado porque creyó que el acusado podría tratar de entorpecer la investigación, “ocultando pruebas o influyendo a los testigos”, o fugándose. ¿Qué cambió? Según comentaron fuentes cercanas al fiscal Martín Niklison, quien es primo segundo del juez y trabajó con él al principio de su carrera judicial, “se aclaró el malentendido inicial entre la versión de la médica (sobre una supuesta acusación de la mujer) y la transcripción hecha por un policía”. De hecho, el juez sugirió un careo entre esta doctora, Rossana Martínez Rodríguez, y el oficial principal Martín Maldonado.
El acta firmada por el policía había sido el principal motor de la denuncia, ya que consignaba que Ta-ddei había dicho que su marido la roció con alcohol y la prendió fuego. “El policía cambió su declaración, los médicos no”, señalaron ayer desde la fiscalía de Niklison. Martínez Rodríguez aseguró que tomó contacto con la paciente cuando ya estaba en coma famacológico, lo que imposibilita cualquier diálogo y reduce lo escrito por Maldonado a una simple opinión de este oficial principal.
Los que sí hablaron con Taddei fueron los médicos Víctor La Guardia y Dayler Zambrano. Al primero, la paciente le habría balbuceado las palabras “pucho” y “alcohol”; el segundo no pudo precisar si escuchó qué le dijo: “Me quemé o me quemó”. Esta duda, entre otras, fundamentó la decisión del juez de ordenar la falta de mérito “para procesar o sobreseer” a Vázquez. Da-ffis Niklisson tampoco recibió el informe completo de Policía Federal, a cargo del allanamiento de la casa del matrimonio en Mataderos.
El ítem probatorio que jugó a favor de la liberación del acusado fue el peritaje del Cuerpo Médico Forense. A partir de éste, según consta en la resolución, “se permite concluir que no es posible desde el punto de vista médico establecer si la dinámica del hecho investigado se corresponde con la versión del imputado, aunque sí destacó que la misma no se puede descartar”. El informe complementario hecho desde el Instituto del Quemado tampoco aportó precisiones. Ninguno contradice la declaración de Vázquez.
Entre lágrimas, el músico le contó hace una semana al fiscal y a la jueza subrogante Fabiana Palma-ghini que él encendió un cigarrillo tras haber zamarreado con Taddei una botella de alcohol, sin tapa, que los empapó a ambos. El inspector Luis María Díaz, de la Superintendencia de Bomberos, despejó las dudas: “Al pitar un cigarrillo se alcanza la temperatura necesaria para iniciar la combustión del alcohol”. La botella de alcohol no apareció, pero el acusado justificó la extraña presencia de ese objeto en el comedor. Dijo que estaba ahí porque la casa estaba en arreglos y la habrían usado para limpiar el monitor de la computadora.
¿La investigación está cerrada? No. Pero desde la fiscalía comentaron que “mucho más no puede hacerse” salvo una revisión de las pruebas recolectadas y una reconstrucción del hecho, una posibilidad contemplada en la resolución del juez. “Sería una buena medida porque podría servir para explicar muchas cosas, al fin y al cabo se trata de construir una historia”, señaló la fuente. El otro punto, crucial para la investigación, es obtener la versión de Taddei, para lo que se precisará algo más que la buena acción del personal médico.
“Nosotros tenemos la misma esperanza de siempre, pero la realidad es que Wanda está pasando su peor momento”, reconoció ayer el director del Instituto del Quemado, Juan Carlos Ortega. Luego explicó que la paciente tiene fallas multiorgánicas: “Esto quiere decir que el daño ocurre en los líquidos de los órganos y empiezan a afectar el hígado y el pulmón, que son órganos vitales. Le está funcionando bien el riñón y el corazón, y por eso seguimos teniendo a Wanda con vida”.
El juez que liberó a su marido mantiene sus dudas sobre el modo en que se incendió Taddei. “Si fue en forma accidental como lo relatara Vázquez o bien como producto de un eventual accionar negligente o doloso por parte del imputado.” Por ahora, nadie pudo sacárselas.
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