Desde Santiago

Cuando los 33 mineros se aprestan a cumplir tres semanas atrapados en la fatídica mina San José, en pleno desierto de Atacama, el más árido del mundo, las labores de rescate, el apoyo médico y la ayuda psicológica se mezclan con lo espiritual como una manera de enviar no sólo alimentación, agua y oxígeno, sino también serenidad y calma al refugio que los guarece a 680 metros de profundidad, entre miles de toneladas de rocas y tierra.

El presidente Sebastián Piñera participó ayer de una eucaristía ecuménica realizada en La Moneda, donde se agradeció por haber encontrado a los 33 mineros con vida tras 17 días de búsqueda. En uno de los patios del palacio presidencial chileno, se montó un memorial donde 32 banderas chilenas y una boliviana –uno de los mineros es oriundo de ese país– recuerdan a los trabajadores junto a una imagen de San Lorenzo, patrono de los mineros.

“Se seguirá haciendo todo lo humanamente posible... Probablemente no van a estar con nosotros en la superficie para el bicentenario (18 de septiembre), pero sí van a estar con nosotros para la Navidad y el Año Nuevo”, sostuvo Piñera.

Junto a ello, volvió a destacar la fortaleza de los trabajadores que se encuentran bajo tierra: “Están pulidos, con fe, luchando y preocupados de los otros mineros que también estaban dentro de la mina y que ellos no sabían si habían logrado alcanzar la superficie. Es un ejemplo de cómo queremos que sea nuestro país”, sostuvo el mandatario.

Luego del primer contacto auditivo con los mineros del lunes, ayer los familiares apostados en las afueras del yacimiento de cobre y oro han ido conociendo detalles de la situación en que se encuentran sus seres queridos. Esto por medio de mensajes y cartas en papel desde y hacia el exterior. Las misivas han sido revisadas por personal calificado, para no generar ansiedad y angustia en el refugio. De hecho, se pidió que las cartas destaquen hechos positivos y situaciones cotidianas que den ánimo a los hombres atrapados en el fondo de la mina.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, precisó además que dos mineros han recibido atención para la diabetes y la hipertensión y que ya les llegó oxígeno en tubos pequeños y parches oculares de protección.

“Hemos podido ir estableciendo con más claridad la situación de salud de los 33 mineros y tenemos que decir que este diagnóstico es bastante bueno”, sostuvo el ministro.

Respecto de las respuestas a los cuestionarios enviados al interior de la mina y que fueron respondidos por los 33 mineros, éstos revelaron que ninguno de ellos tiene lesiones graves, aunque algunos presentan dolores articulares e irritaciones en los ojos producto del polvo ambiental. Se informó también que los 33 mineros se mueven en un espacio de unos 40 metros aproximados.

En la noche del lunes se les hizo llegar bebidas isotónicas y ayer sopas proteicas de 235 cc, de distintos sabores, para que comiencen el proceso de alimentación.

En esa línea, el ministro de Salud señaló que “la dieta se tiene que manejar con cuidado, para no elevar el perímetro de su cintura sobre los 90 centímetros. A este régimen, los trabajadores deben agregar ejercicios abdominales para no complicar la hora final del rescate, cuando intenten volver a la superficie por un ducto cuyo diámetro no superará los 100 centímetros”.

A eso de las 16 de ayer, llegaron las últimas partes para ensamblar la perforadora Strata Raisebore Machina 950, máquina que deberá erosionar la roca creando un túnel por donde se pretende sacar a los mineros. La tarea puede durar hasta cuatro meses.

André Sougarret, coordinador de los equipos de rescate, explicó que la perforación a través de esta tecnología se realizaría a partir de este fin de semana, pues el armado del artefacto demora entre tres y cuatro días.

El ingeniero en minas añadió que aún no está claro si los mineros podrán participar en su propio rescate. “Eso lo vamos a conversar más tarde, después de una evaluación que vamos a tener con ellos... Por ahora ya se les informó que están fuera de la zona del derrumbe, por lo tanto ya les delimitamos su tránsito”, añadió.

Al cerrar el día, se generó un nuevo contacto telefónico. Esta vez fue el propio Piñera quien se comunicó con los trabajadores.