SOCIEDAD › NO APARECE UN JOVEN ACUSADO DE ROBO
El cuerpo del delito
Investigan si no es un caso de justicia por mano propia. Hay tres imputados por privación de la libertad.
La Justicia investiga si la misteriosa desaparición de un joven, que fue sorprendido robando en un almacén por el dueño del comercio, no fue el resultado de un homicidio, producto de un caso de justicia por mano propia. El hecho ocurrió hace diez días, y al principio la policía creyó que el delincuente se había escondido. Pero ahora los investigadores ya buscan el cuerpo del joven, ante la firme sospecha de que pudo ser asesinado. Por el hecho están imputados el dueño del almacén, su hermano -un suboficial de la Prefectura– y su cuñado, a quienes se investiga, por ahora, por privación ilegal de la libertad.
“No se descartan detenciones”, dijo a Página/12 la fiscal de San Martín, Amalia Belaunzarán, quien por ahora espera el resultado de una serie de medidas de investigación. Entre ellas, la pericia del arma utilizada por el suboficial de la Prefectura y en la camioneta del dueño del almacén.
El hecho ocurrió el sábado 26 de enero, a la madrugada. A eso de las 4.30, José López recibió un llamado en su casa: estaban robando su almacén, ubicado en Almirante Brown y Uruguay, a dos kilómetros de la estación de Tortuguitas. Cuando el hombre llegó, vio a tres muchachos que salían del negocio –del que habían forzado la cortina– llevándose mercadería.
Con la ayuda de su hermano, López logró aprehender a uno de los presuntos ladrones. Lo reconoció porque vivía a media cuadra de su negocio: era Juan Marcelo “Tucán” Bordón, un joven de 20 años. El almacenero admitió ante la policía que, junto a su hermano y a su cuñado, que fueron al lugar para ayudarlo, le dio una paliza al joven. Y reconoció que, cuando Bordón quiso escapar, su hermano disparó un balazo hacia el piso con su pistola 9 milímetros. Pero aseguró que, finalmente, el Tucán alcanzó a escapar.
Los investigadores, al principio, creyeron esa versión. Pero luego recogieron en el barrio un testimonio según el cual, el joven habría muerto durante la golpiza y luego habría sido enterrado en un descampado de la zona norte del conurbano. A partir de entonces, la policía comenzó a rastrear baldíos, utilizando perros y baqueanos de a caballo. Hasta ayer no habían obtenido resultados.
Ni López ni sus dos acompañantes de esa noche fueron citados a declarar por la justicia. Lo cual no quiere decir que estén libres de sospecha: los tres están imputados “hasta ahora”, por privación ilegal de la libertad. En la causa también se investiga el delito de “robo simple”, con penas de un mes a 6 años de prisión. Pero en ese caso no hay imputados: dos de los ladrones escaparon y el tercero, está desaparecido.
“Lo buscamos vivo o muerto”, dijo la fiscal, en alusión al Tucán Bordón. La funcionaria espera el resultado de varias pericias, entre ellas, la balística, realizada sobre la pistola 9 milímetros del hermano de Pérez, y los exámenes que se hacen sobre dos camionetas –una del almacenero, la otra de su hermano–, ante la sospecha de que la víctima pudo ser trasladada en uno de esos vehículos.