SOCIEDAD › DECLARA HOY CARLOS CARRASCOSA, EL MARIDO DE MARIA MARTA

La pieza clave en el encubrimiento

Fue el que instaló la teoría de la caída.
En voz baja, varios familiares lo acusan.
Ayer declaró el padrastro de la víctima.

Por Horacio Cecchi
y Raúl Kollmann

La pieza clave en el endemoniado caso de María Marta García Belsunce prestará declaración hoy. Se trata de Carlos Carrascosa, “el Gordo” para sus amistades, y ex marido de la víctima. En Carrascosa se centran todas las sospechas que van más allá del encubrimiento, precisamente porque, según consta en la causa y según sugirió el juez Diego Barroetaveña, fue él el primero en llegar a la casa, el primero en instalar la teoría del accidente y, según testigos que ya declararon, quien se mostró más preocupado por impedir la intervención policial y la autopsia del cuerpo de su difunta esposa. Además, según los otros imputados, fue el motor de todas las decisiones. Ayer, Constantino “Dino” Hurtig, padrastro de María Marta, respondió alrededor de un centenar de preguntas del fiscal Diego Molina Pico. El fiscal quería saber por qué arrojaron la bala por el inodoro tras la reunión familiar en la que participó Hurtig. También le preguntó por qué, siendo médico, no había sospechado un crimen. Dino respondió que jamás imaginó que aquello era otra cosa que un pituto, y que él en familia no era médico.
El médico pediatra Constantino Hurtig, padrastro de María Marta, padre de Irene (esposa de Guillermo Bártoli) y de John (también imputado de encubrimiento), participó del cónclave familiar en el que se decidió la suerte del pituto calibre 32 largo. Durante casi cinco horas, “Dino” Hurtig respondió alrededor de cien preguntas.
A Hurtig le presentaron el plomo deformado hallado en el pozo ciego de los Carrascosa y se mostró “absolutamente convencido de que se parecía mucho al que había visto esa noche”, explicó luego su abogado, José Licinio Scelzi. “Ante la convicción de que carecía de toda significación, compartió la decisión de que fuera arrojado en el inodoro de la casa”, sostuvo. “Nunca se representó la existencia de un delito, porque ninguno de los que se encontraba allí jamás pensaron que la muerte de María Marta fue fruto de un asesinato”.
Hurtig agregó en su declaración ante el fiscal: “Si esa noche hubiera creído que María Marta fue víctima de un delito, no hubiera permitido que mi hija (Irene) y mis nietos siguieran viviendo en un lugar donde se podía matar impunemente”. Esa aclaración, de todos modos, resultó endeble, ya que nada explica por qué permitió que sus familiares siguieran viviendo allí después del 2 de diciembre, cuando la autopsia reveló que en el Carmel se podía matar impunemente.
El fiscal también le imputó que, siendo médico, no hubiera descubierto que no se trató de un accidente sino de un homicidio. Pero el doctor Hurtig respondió que con la familia no es doctor sino familiar. “El no estaba allí en su condición de profesional –describió Scelzi–. Así como cuando algún familiar se ha fracturado él no lo ha enyesado; o cuando alguien necesitó una cirugía él no lo ha operado; tampoco estaba allí como médico; (aquel día) estaba apoderado del dolor por la relación de entrañable cariño que lo unía a María Marta.”
Al retirarse Hurtig, trascendió que Molina Pico pidió al juez federal Claudio Bonadío antecedentes sobre la demanda contra el pediatra presentada por una mujer que denunció a Hurtig por el robo de su bebé y que aseguró que en dos oportunidades el médico le había ofrecido comprar un niño recién nacido.
Hoy, a partir de las 9, deberá presentarse Carlos Carrascosa, el hombre clave del caso García Belsunce. Página/12 anticipó el año pasado que dentro de la familia había grietas y que muchos del entorno de la víctima apuntaban contra “el Gordo” todas sus sospechas. Esas sospechas se pusieron en evidencia cuando el juez Diego Barroetaveña sugirió una serie de dudas en la investigación. Prácticamente todas se concentraban en la figura del marido de la víctima.
u Carrascosa fue el primero en llegar a la escena del crimen.
u El fue quien instaló la teoría del accidente.
u El pituto fue arrojado, según declararon Horacio García Belsunce y John Hurtig, para evitar más golpes a Carrascosa.
u La amiga de la familia Elena Caride de Gatto sostuvo que Pichi (Nora) Taylor, otra amiga, le contó que Carrascosa quería quedarse la mayor parte del tiempo con el cuerpo para evitar la autopsia.
u A Nora Taylor también le indicó su intención de evitar la intervención policial (según citan varios testimonios).
u Una escucha telefónica revela que Carrascosa le dijo a Nora Taylor: “No digas nada, no comentes nada con nadie”.
u El propio juez Diego Barroetaveña apuntó sus sospechas sobre Carrascosa que surgen de sus sugerencias de profundizar esas zonas oscuras de la investigación, incluyendo las “actuaciones incomprensibles” (así las calificó) tanto del fiscal como de la policía.
Algunas versiones señalaban que Carrascosa se presentaría pero haría uso de su derecho a negarse a declarar. Ayer, Marcelo Nardi, su abogado, desmintió a este diario la versión, aseguró que se presentará y que responderá las preguntas. Según Nardi, “no hay nada raro en que Carrascosa sea dejado para el final. Es una cuestión de agenda del fiscal”.

Compartir: 

Twitter

Constantino “Dino” Hurtig, padrastro de María Marta, respondió alrededor de unas cien preguntas.
Fue uno de los participantes de la reunión en la que se decidió que la bala era un “pituto”.
SUBNOTAS
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.