ESPECTáCULOS
“Esto se hace por la devaluación, pero aquí ya no podemos pagarlo”
Julián Weich debuta como conductor de nivel internacional en “La conquista del Fin del Mundo”, que no se verá en la Argentina.
Por Mariano Blejman
La devaluación es un imán para la TV extranjera. Esta vez atrajo a cinco cadenas de Latinoamérica para que un grupo de latinos compita en el desolador paisaje patagónico. “La conquista del Fin del Mundo” será un reality show que llegará a Ushuauaia el 4 de febrero y seguirá durante un mes y medio. Allí se verá la competencia entre participantes de cinco países, en una carrera de aventuras y desafíos extremos. El programa tendrá la producción de Promofilm, pero no se verá en el país por cuestiones de costo. “Se hace aquí gracias a la devaluación. Sale más barato para los otros países, pero la TV argentina no puede pagarlo. Si pudiera, estaríamos haciendo ‘Expedición Robinson’, pero es imposible”, cuenta Julián Weich, conductor del ciclo, quien viene de grabar en Ushuauaia el capítulo de presentación. Weich tuvo que viajar a México para aprender un idioma que sólo se habla en el país de la tele: el neutro. Sólo así, dicen los realizadores, otros países podrán seguir al conductor de “Sorpresa y 1/2”.
TV Azteca de México, Telemundo de Estados Unidos (para la comunidad latina), Gamavisión de Ecuador, SBT de Brasil y UCTV canal 13 de Chile se pusieron de acuerdo para llevar a la Patagonia a 14 participantes por cada país para competir en deportes extremos y esfuerzos físicos. Además, cada televisora traerá a su propio conductor-enlace, para que esté en contacto con los integrantes de cada país en asambleas donde se decidirá quien sigue y quién no, todos bajo el amparo de Weich. “Además de lo económico, un país local siempre podría generar suspicacias”, cuenta el conductor.
“Tuve que aprender a hablar neutro. Es muy difícil y sobre todo si uno lo hace en cuatro días. El objetivo es que yo me haga entender en el resto de América, porque el acento porteño es muy rechazado en el continente: no pronunciamos las eses, decimos shuvia y no iuvia”, dice Weich. “Pero los que me conocen me escuchan más raro todavía”, cuenta. El sistema de organización del programa es sumamente complejo. “Habrán juegos a niveles de convivencia, deportivos, de supervivencia”, cuenta Weich. Partirán desde Esquel y durante 14 capítulos se irán eliminando participantes en una especie de “selección natural”, primero entre países y en la última etapa por afinidad. Al final quedarán cinco participantes (uno de cada país y una especie de jefe) quienes lucharán por llegar hasta el Faro del Fin del Mundo, en Ushuauaia. El que llegue primero será el “Conquistador del Fin del Mundo”.
“Nuestro estudio de grabación será el paisaje, un decorado que no termina nunca. Aunque no tenemos donde cambiarnos ni maquillarnos”, se resigna Weich. El vértigo de la TV se cruzará, entonces, con la calma del confín del planeta. Sin embargo, para Weich la televisión de América latina tendrá un ritmo distinto al local aunque el programa esté producido casi íntegramente por argentinos: “Nuestro ritmo es rapidísimo, en comparación con otros países”. Para el omnipresentador de Promofilm, hacer de “host internacional” le permitirá acercarse al mercado latino de un modo particular. “Tengo esa cierta expectativa de ser aceptado afuera, de tener un antecedente para trabajar en otros países”, cuenta. Más de 400 personas están involucradas en el programa, que tendrá 41 días de rodaje y comenzará a emitirse en abril en los cinco canales a la vez. “Para Promofilm es un desafío muy grande darse servicio a cinco cadenas internacionales”, dice Weich. Entre tanto, los productores intentan en estos días cranear un último capítulo en vivo donde se defina al ganador, para que la información no se filtre hasta el final.
Con este ya son tres los programas que toman al país para realizar deportes extremos, el riesgo y la adrenalina como objeto televisivo: el programa catalán “La Cima” que intenta en estos días coronar el Aconcagua (6962 m), y “Fear Factor” una competición de deportes de riesgo que se emite para la ABC de EE.UU. “Cada reality tiene que ser distinto”, opina Weich. “No es lo mismo escalar el Aconcagua, volar colgado de un helicóptero, estar en una isla o atravesar la Patagonia”, cierra.