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Entre la noche del martes y el atardecer de ayer, los alrededores del estadio de River concitaron más de un episodio policial. Primero, fue el enfrentamiento entre fracciones antagónicas de la barra brava, sucedido el martes tras una misa oficiada en una iglesia cercana al club, en memoria de un barra asesinado en agosto de 2007. Algunas versiones indicaron que el trasfondo del conflicto era el control de la reventa de entradas para los shows realizados en el estadio y la asignación de la seguridad en los accesos para esas fechas. Los enfrentamientos, que según algunos rumores habrían provocado un herido de bala, no concluyeron con personas detenidas. En cambio, ayer, antes del inicio del recital de Paul McCartney, un operativo terminó con 20 cuidacoches y 20 vendedores ambulantes detenidos.

En la noche del martes, en una iglesia ubicada a una cuadra de River, se realizó una misa en memoria de Gonzalo Acro, el barrabrava asesinado en agosto de 2007. La pelea se desencadenó al terminar el oficio. El motivo del enfrentamiento entre las fracciones de la barra brava habría sido la disputa por el control de los ingresos al estadio en fechas clave: los recitales de McCartney de ayer y hoy y el de los estadounidenses Jonas Brothers, del sábado.

Algunos trascendidos señalaron que la pelea terminó con un hombre herido de bala, quien habría sido cargado en un auto y llevado a un hospital en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la comisaría 51ª, bajo cuya jurisdicción está la zona, no recibió ninguna denuncia ni detuvo a persona alguna. El legislador porteño Marcelo Parrilli, quien además es abogado de víctimas de la violencia en el fútbol, pidió que Daniel Passarella no proteja “a los barras”. Hacerlo “como lo hace mucha dirigencia deportiva, sindical y política es habilitar a patoteros como los que atacaron y asesinaron a Mariano Ferreyra”.

En tanto, ayer, durante las horas previas al recital de McCartney, la misma sede policial detuvo a 40 personas, entre cuidacoches y vendedores ambulantes, mientras arreciaban las quejas de asistentes al show porque los “trapitos” cobraban al menos 100 pesos por auto. Voceros de la fuerza explicaron que las detenciones tuvieron lugar en el marco de un operativo “de prevención de delitos y contravenciones”. Los demorados, todos de entre 20 y 45 años, fueron identificados y llevados a la seccional, acusados de haber cometido “contravenciones relacionadas al cuidado de autos en forma ilegal” y “venta de productos con las imágenes de Paul McCartney sin la correspondiente autorización”.