[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Un caso de mala convivencia vecinal se dirimió a los balazos en la localidad bonaerense de Florida. Un instructor de tiro, que ya fue detenido por la policía, asesinó con su arma personal a una pareja. El móvil del ataque habría sido una pésima relación que se extendía en el tiempo y que concluyó, el fin de semana pasado, en plena Navidad, luego de una nueva discusión entre el victimario y sus víctimas. Los vecinos del barrio hicieron ayer una manifestación para reclamarle a la Justicia que mantenga preso al agresor.

Los problemas comenzaron en la tarde del sábado pasado en Coronel Manuel Rosetti al 600, casi esquina Lavalle, en Florida, partido de Vicente López, donde una pareja comenzó a discutir con un vecino. En medio del entredicho, los miembros del matrimonio fueron atacados a tiros. El hombre cayó muerto en el lugar, mientras que la mujer fue llevada al hospital local, donde falleció poco después.

Cuando el personal de la comisaría de Florida llegó al lugar, se encontró con el cadáver del hombre, mientras que la mujer todavía estaba con vida. En ese mismo momento se produjo la detención del autor de los disparos, a quien le secuestraron el arma utilizada. Las dos personas fallecidas fueron identificadas como Nelson Francisco Lebrero y Mercedes Iacavone, mientras que el detenido es Alberto Manuel Viegas.

Aunque el imputado sigue detenido, los vecinos del barrio hicieron ayer una manifestación en la casa de la calle Rosetti donde vivía Viegas con su mujer, quien fue agredida en forma verbal. Viegas usó una pistola 9 milímetros de su propiedad. La información policial precisó que Lebrero fue alcanzado por un proyectil en la cabeza, mientras que Iacovone recibió al menos dos impactos de bala, uno de ellos en un brazo y el restante en la región abdominal.

Lebrero falleció casi en el acto, en tanto que la mujer murió en el Hospital de Vicente López. La comisión de la seccional 2ª de Vicente López, correspondiente a Florida, secuestró no sólo el arma que habría sido utilizada sino también las vainas servidas que quedaron en el lugar. Lebrero, años atrás, se había desempeñado en una fuerza de seguridad. El conflicto venía de lejos y hay una causa, por injurias, abierta años atrás en el juzgado correccional 2 de San Isidro.