Desde Mar del Plata

Desde el lunes hasta ayer a la madrugada se inspeccionaron 47 boliches en Mar del Plata, de los cuales catorce fueron clausurados por violar, principalmente, la Ley de Nocturnidad bonaerense. “Entre las faltas más comunes está la de vender alcohol después de las 4.30 o hacerlo a menores de edad, pero también hay fallas en seguridad, como no tener salida de emergencia adecuada o exceder la cantidad de público permitida”, informó a Página/12 Rubén Jaime, jefe de Inspectores del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia.

Los operativos de control por parte de la provincia empezaron en la zona de Alem, con la clausura de siete locales en la noche del lunes. Al otro día las inspecciones continuaron allí y también en los boliches de la avenida Constitución, donde ninguna de las grandes discotecas marplatenses pasó este primer control conjunto entre los ministerios de Desarrollo Social, Justicia y Seguridad, Producción y Trabajo. “También vinieron inspectores de la Municipalidad de General Pueyrredón”, agregó Jaime.

Fueron clausurados Sobremonte, Chocolate y Esperanto, en Constitución. El primero, entre los más conocidos y populares de Mar del Plata, fue cerrado a las 5 del miércoles. La hora no es un dato menor: los inspectores determinaron que en el lugar se estaba vendiendo alcohol fuera de horario (por la Ley 14050, el expendio debe cesar a las 4.30). A la salida de la discoteca con capacidad para cinco mil personas, ubicada en avenida Constitución 6690, cientos de jóvenes aguardaron sin éxito la reapertura bajo la lluvia.

Es que los boliches no cierran a las 5.30, como establece la ley bonaerense. “Por pedido del intendente Gustavo Pulti, se autorizó a las discotecas a cerrar una hora más tarde entre diciembre y marzo”, acotó el director provincial del Registro de Habilitación del Expendio de Bebidas Alcohólicas, Edgardo Quiroga, quien informó que el 99 por ciento tenía permiso para vender alcohol.

Chocolate y Esperanto fueron clausuradas en la madrugada del jueves por cometer la misma falta. Además, no tenían cámaras de seguridad para vigilar la entrada y salida del público. En el caso de Esperanto, que queda en Constitución 5614, había mucha gente porque se estaba festejando el aniversario del lugar. “Nuestras clausuras son preventivas, duran 24 horas. El que decide si continúa o no el cierre, en este momento, es el juzgado Correccional 1 de Mar del Plata”, explicó Jaime.

El trámite legal, si las faltas no son demasiado graves, es que el juzgado levante la clausura hasta que haya sentencia definitiva. Previamente deben ir al juzgado los representantes del boliche clausurado y presentar un amparo. Cuando se llega a la sentencia, y ésta es condenatoria, los locales pueden ser multados o clausurados por varios días.

Ayer, entre las 3 y las 5, fueron clausurados dos lugares más. “Un bar con pool sobre la calle Santa Fe y el boliche INK, en el bosque Peralta Ramos”, informó Jaime. Los propietarios y encargados de boliches se quejaron, por lo bajo, de los “dobles controles”. Además de las inspecciones provinciales, la municipalidad de Mar del Plata también envía agentes para asegurar el cumplimiento de la Ley de Nocturnidad. Sin embargo, este fin de semana abrirían todos los lugares sancionados.