La empresa fabricante de remeras con mensajes discriminatorios hacia las mujeres y que promueven la violencia de género se comprometió ante el Inadi a dejar de vender esas prendas. Directivos de la firma Eikeel, con sede en el barrio porteño de Flores, se reunieron ayer con miembros del equipo jurídico del organismo oficial y expresaron su decisión. Página/12 había alertado una semana atrás sobre la venta de las remeras en distintos puntos del país. Y a partir de la difusión de la noticia, el Inadi tomó intervención y se puso en contacto con la empresa.

Uno de los modelos muestra dos cuadros. En el primero, arriba de la leyenda “problem” se ven dos siluetas, una de un varón y otra de una mujer que le está hablando. En el segundo cuadro, la leyenda que se lee debajo es “no problem” y se ve al varón extendiendo el brazo como habiendo dado un puñetazo y la mujer, del golpe, caída fuera del cuadro. El mensaje es más que claro: si la mujer habla, hay que pegarle, y mucho, como para sacarla del cuadro. Y se soluciona el asunto. Otro modelo muestra a un varón con una cabeza de mujer a modo de pelota de fútbol, bajo la suela de su zapatilla, con una consigna en inglés que decía “único uso” o una frase similar. Y otra, dice “ponérselo y que se calle”, refiriéndose al cinturón de seguridad de un auto, pero cruzado sobre la boca de una mujer. La firma, por su parte, aclaró que no había querido emitir mensajes discriminatorios.

Según informó el Inadi, en la reunión se propuso trabajar en la elaboración de un concurso de diseños antidiscriminatorios, donde los motivos que resulten ganadores podrán ser difundidos por Eikeel mediante sus remeras.