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“Yo duro hasta 36 horas seguidas y después vuelvo a empezar”, aseguró el varón y no mentía: lo que tanto le dura no es la erección, claro, pero sí la capacidad para lograrla, gracias a un nuevo medicamento que funciona en forma similar al Viagra pero por un lapso que se eleva hasta 24 y 36 horas. En cambio, la capacidad eréctil otorgada por el Viagra no dura más que cinco o seis horas, de modo que el paciente debe estar atento al reloj, no sea que los preliminares se extiendan tanto que el efecto se vaya. En este sentido, el nuevo fármaco facilita una relación sexual “más descontracturada”, según especialistas. Una posible desventaja, sin embargo, es que el hombre se habitúe a tomar el medicamento todos los días, tenga o no relaciones, lo cual, además de su elevado costo, incrementaría los riesgos de efectos adversos. En todo caso, los especialistas insisten en que la persona no se apure a automedicarse cuando el pene empieza a aflojar, ya que muchas veces el problema se resuelve sin medicación, en un diálogo que puede incluir a la pareja del consultante; en otros casos, la falta de erección puede ser el primer signo de enfermedades como la diabetes, que deben ser tratadas en sí mismas.
El nuevo medicamento fue lanzado ayer a la venta en Gran Bretaña, luego de haber sido aprobado en diciembre para su venta en la Unión Europea. Su nombre genérico es tadalafil, y es producido por el laboratorio Lilly (el sildenafil, “Viagra”, fue desarrollado por Pfizer). El mecanismo de acción es similar para ambos fármacos y consiste en inhibir la función de una enzima que normalmente sirve para poner fin a la erección. Por eso, en verdad estos productos no provocan la erección sino que, siempre y cuando haya un deseo que la provoque, facilitan que la erección se mantenga.
La diferencia es que la molécula del tadalafil fue modificada para que el efecto dure más, por lo menos 24 horas y hasta 36 en ensayos clínicos. David Ralph, del Instituto de Urología de Londres, destacó que “esto otorga a las parejas tiempo para elegir cuándo tener sexo”. Cynthia McVey, psicóloga de la Universidad de Glasgow, observó que el nuevo medicamento “da tiempo para una cena romántica o un paseo por el parque”, sin que ninguno se ponga incómodo mirando el reloj.
Edgardo Becher –ex presidente de la Sociedad Latinoamericana para el Estudio de la Impotencia e integrante del Servicio de Urología del Hospital de Clínicas– señaló que “una ventaja del nuevo fármaco es que permite estar ‘siempre listo’ y facilita una mayor espontaneidad; pero esto, si promueve su uso cotidiano, resultaría muy costoso, además de que no es necesario tener siempre esa droga en la sangre”. Lógicamente, todavía no hay datos sobre los efectos de la toma continua de estos medicamentos durante muchos años en grandes poblaciones.
Pero sí hay estudios internacionales, incluso en la Argentina, sobre sus efectos favorables y adversos. Según precisó Adolfo Casabé, médico del Servicio de Urología del Hospital Durand y titular del IME –donde se efectúa, desde 1999, la investigación sobre 250 pacientes–, “la ‘ventana terapéutica’ del tadalafil llega hasta 36 horas. Los eventos adversos posibles son los mismos que con el Viagra: congestión nasal, enrojecimiento facial o cefalea, en una tasa algo menor; encontramos también dolores musculares de espalda. Como el Viagra, el tadalafil no debe combinarse con vasodilatadores coronarios que contengan nitratos”.
Ambos medicamentos empiezan a hacer efecto una hora después de su ingestión; este tiempo puede reducirse a 40 minutos con el estómago vacío, pero, si se toma la pastilla junto con una comida rica en grasas, corre el riesgo de terminar diciendo –verazmente– que “es la primera vez que me pasa”, por mala absorción del fármaco.
Sobre la experiencia clínica con pacientes que toman tadalafil en la Argentina, Casabé corroboró que “muchos encontraron que no estaban tan pendientes del reloj como cuando tomaban Viagra; el paciente puede tomarla pastilla a la mañana si piensa que puede tener un encuentro sexual a la noche, y esto tiende a descontracturar la relación sexual”.
Se prevé que el tadalafil será aprobado en los próximos meses por la FDA, organismo de control estadounidense, lo cual a su vez permitiría su rápida aprobación por las autoridades argentinas.