SOCIEDAD
El juez del caso García Belsunce, a punto de decidir la suerte del fiscal
Con el regreso del juez Barroetaveña, en los próximos días se define la recusación del fiscal Molina Pico. La causa podría dividirse: el homicidio sería investigado por un fiscal y el homicidio por otro.
Por Horacio Cecchi y Raúl Kollmann
En los próximos días quedará resuelto el galimatías procesal del caso García Belsunce: el juez de San Isidro, Diego Barroetaveña decidirá si el fiscal Diego Molina Pico sigue al frente, y si lo realizado por él tiene sustento jurídico o debe ser considerado nulo. El propio Barroetaveña ya fijó en una resolución anterior su posición en una serie de sugerencias críticas a lo actuado por el fiscal, lo que presagia cierto temporal para Molina Pico, aunque también deslizó serias sospechas sobre Carlos Carrascosa, marido de María Marta. Una de las variantes posibles es que otro fiscal se haga cargo de investigar los encubrimientos y Molina Pico continúe con el homicidio. También es posible que los familiares sean sobreseídos. Y, lo que no puede descartarse, es que todo sea considerado nulo. Hasta el momento, dos cámaras de apelaciones, tres jueces, dos fiscales –sin contar al fiscal amigo de la familia–, además del juez porteño que investiga los certificados de defunción truchos, tienen o tuvieron a la vista el caso. Si todo lo actuado es considerado nulo, dará lo mismo cómo murió María Marta, ya que el caso quedará archivado como la asociación ilícita de un grifo y cinco pitutos asesinos.
La madeja más evidente surgió cuando la defensa de Carlos Carrascosa, Guillermo Bártoli, Horacito García Belsunce, Constantino y John Hurtig, y Pichi Taylor, pidió a Molina Pico que se apartara del caso, por considerar que en el velorio de María Marta fue testigo, y no puede ser testigo y parte. Molina Pico ya adelantó que no se apartará. Deberá resolver el juez Barroetaveña. Hasta tanto, el caso sigue estancado alejándose del 27 de octubre sin resultados.
“Esta semana el juez convocará a las partes y muy probablemente tome una resolución”, aseguraron fuentes judiciales. Habrá que recordar que Barroetaveña realizó sugerencias críticas a las tareas del fiscal, entre ellas que el expediente haya sido iniciado tres días después de la muerte, tiempo que los especialistas consideran clave para recoger pruebas en la resolución de cualquier caso. Pero también habrá que recordar que Barroetaveña dio por acreditado que Carrascosa “ocultó e hizo desaparecer pruebas”, pero además sugirió sospechas de alguna participación en el crimen.
Al mismo tiempo, la arremetida de la defensa atacó a las imputaciones por encubrimiento: pidieron que sean consideradas nulas, justificando en que el fiscal no relevó a los indagados del juramento de decir verdad que les pesaba como testigos. Pero fueron por más, ya que también pidieron la nulidad de todo lo actuado. “Lo de las indagatorias es subsanable, porque se les leyó una fórmula, no la correcta –confió la misma fuente–. Pueden llegar a designar otro fiscal que los indague nuevamente. Pero si se considera nulo todo lo actuado, y son sobreseídos, el caso tiene destino de archivo.”
Por cuerda aparte, la Fiscalía 12 de San Martín investiga a Molina Pico, al fiscal de Casación Juan Romero Victorica, y a los jueces Juan Makintach y Diego Barroetaveña por dilatar la investigación, tras la denuncia del abogado Juan Carlos Iglesias. A su vez, queda pendiente la apelación de los defensores por el pedido de Carrascosa para ser considerado como querellante, denegado por Barroetaveña y por la Sala III de Apelaciones de San Martín. Y la apelación de Molina Pico a las eximiciones de prisión, que deberá decidir la Cámara de San Isidro. En forma paralela, el juez porteño Julio Lucini investiga al defuntólogo Juan Carlos March.